Neumáticos destrozados, monos totalmente marcados a fuego con las ruedas de los rivales, colines de fibra de carbono destrozados o, cuando menos, rotos, con grietas, botas con agujeros, estriberas limadas a base de rozarlas con el asfalto. El Gran Premio de Australia, antepenúltima prueba del Mundial de MotoGP más maravilloso y disputada de las últimas décadas, celebrado en Phillip Island, ante 85.600 espectadores, ha sido una auténtica exhibición de pilotaje, arrojo, determinación y, sobre todo, batalla. Nadie se ha rendido, todo el mundo ha llegado al corralito de los vencedores marcado y, por supuesto, a su box.

El tricampeón del mundo más joven de la historia, el catalán Marc Márquez (Honda), de 24 años, logró su sexta victoria de la temporada y tiene ya, ahora sí, su primera pelota de partido, el próximo domingo, en el rapidísimo circuito de Sepang (Malasia) donde, sus dos inmensas rectas, convierten en favorito a la victoria al italiano Andrea Dovizioso (Ducati), que hoy ha fallado de forma estrepitosa al acabar 13º y está ya a 33 puntos del nen de Cervera, cuando solo restan 50. Si Dovi gana en Malasia, Marc será campeón, antes de Valencia (12 de noviembre), si acaba detrás de él, segundo.

La carrera fue, como diría el gran, el inmenso, el inolvidable Johan Cruyff de gallina de piel. Desde el minuto uno al 40 con 49.772 segundos que marcó Márquez al cruzar la línea de meta por delante de las dos Yamaha oficiales de un impresionante Valentino Rossi (segundo, a 1.799 segundos) y Maverick Viñales (tercero, a 1.826 segundos), desde la primera a la vuelta 27, la última. Desde que el francés Johann Zarco (Yamaha) choca contra Márquez en la curva 3 hasta que Márquez decide lanzar el ataque definitivo “porque se había puesto la cosa muy peligrosa con tanto piloto agresivo que soñaba con la victoria”.

CHOQUES ENTRE TODOS LOS FAVORITOS

La carrera fue impresionante. Parecía un gran premio de Moto3 donde los cinco, seis o siete candidatos (Márquez, Rossi, Viñales, Zarco, Andrea Iannone, Cal Crutchlow y Jack Miller) a la victoria y/o al podio no se respetaban o se respetaban con profesionalidad, agarrándose a su manillar, empujando con los codos, el culo y sus carenados, acariciándose con sus carenados. El hombro izquierdo de Rossi llevaba la marca negra del neumático delantero de Márquez “pues, sí, es verdad, le he metido un toque en la curva 2”, reconoció el tricampeón catalán, y el colín de la Honda RC213V de Marc estaba roto “porque le he golpeado yo”, explicó Zarco, “en la curva cuatro y le pido perdón”.

Márquez lo explicó muy clarito todo. “Las carreras son así. En efecto, podríamos protestar, pero no debemos. Esto es espectáculo del bueno”, dijo Márquez. “Los que se han levantado, en Europa, a las seis y media de la mañana para vernos, se lo habrán pasado en grande”, añadió el Doctor. “Sabemos que cuando estamos todos a tope, pueden ocurrir estas cosas porque todos queremos ganar, porque todos queremos ofrecer espectáculo y no nos cortamos un pelo”, sumó Viñales.

Pero, insisto, el relato fue de Márquez, el ganador, el candidato, ya sí, único, el que tiene su primera pelota de partido en Malasia, donde quería “aunque no pienso volverme loco, tengo un gran colchón y voy a tratar de convertirme en campeón antes de pisar Valencia, pero ahora estamos donde queríamos, con un margen suficiente como para administrar la ventaja”. Y, sí, esa ventaja es la que amarga a Dovi, que reconoció estar contra la cuerdas, justo en el trazado donde Marc había dicho, nada más acabar el GP de Japón, que le iba a derrotar.

“La carrera ha empezado muy, muy, dura y, desde el primer momento me he dado cuenta de que era cuestión de ponerse duro, muy duro. Cuando he visto como empujaban y peleaban todos, cuando he visto, teniendo que girarme dos veces en dos zonas del trazado para saber donde estaba Dovi ¡pues no me lo podía creer!, que la situación me era favorable, me he relajado un poco. ¡Increible en mí! Ha sido el instante en el que me he metido en líos, bajando a la sexta o séptima plaza. He pensado ‘venga, venga, haz tu carrera y no hagas el tonto! Y he tirado hacia delante”.

Márquez reconoce que “tenía algo más”, pero también confiesa que, antes de la carrera estaba tenso, preocupado, inquieto por el tiempo, la elección de los neumáticos y demás. “Tanto que, tras el ensayo matinal, José, mi asistente, mi entrenador personal, me ha dicjo ‘te veo tenso, Marc, ¿pasa algo?’ y le he dicho: Jose, me temo que será una carrera muy dura. Y no me he equivocado nada, cero”.

LAS VICTORIAS BAJO PRESIÓN SABEN MEJOR

El tricampeón catalán reconoce que “las victorias bajo presión saben mejor”. Cierto, el catalán comentó que la pelea por los otros dos puestos del podio entre Rossi, Viñales, Iannone y Zarco “me ha beneficiado en las últimas vueltas, aunque yo ya tenía pensado escaparme, gracias a mi mejor ritmo”. Rossi reconoció que “puede, sí, que esa lucha preciosa, pero muy dura para alguien que no está del todo recuperado como yo, me haya impedido pelearle la victoria a Marc. Sobre todo cuando Iannone, a falta de dos vueltas, en la curva 4, me ha hecho un adelantamiento al límite”. Pese a todo, el Doctor reconoció que “aún habiendo llegado pegado a Marc, creo que no le hubiese podido vencer. Hoy Márquez, en este circuito, era verdaderamente fuerte, único”.

Tanto que ya tiene su cuarto título en cinco años a tiro. Y, sí, va a volver a lograr otra gesta, otra proeza, imitando a uno de sus ídolos, el australiano Mick Doohan, que vio la carrera en el box de Honda, el último gran campeón (1998) capaz de salir campeón del mundo pese a sumar tres ceros, tres fallos, en una misma temporada.

Clasificación: 1. Marc Márquez (Honda), 40 minutos 49.772 segundos; 2. Valentino Rossi (Yamaha), a 1.799 segundos; 3. Maverick Viñales (Yamaha), 1.826 segundos; 4. Johann Zarco (Yamaha), 1.842 segundos y 13. Andrea Dovizioso (Ducati), a 21.692 segundos.

Mundial de MotoGP: 1. Marc MÁRQUEZ (España, Honda), 269 puntos; 2. Andrea DOVIZIOSO (Italia, Ducati), 236 puntos; 3. Maverick VIÑALES (España, Yamaha), 219 puntos; 4. Valentino ROSSI (Italia, Yamaha), 188 puntos y 5. Dani PEDROSA (España, Honda), 174 puntos.