«¡Guau! Ha sido un chute de adrenalina. ¡Hombre!, eso de ir en moto, de pilotar, es como ir en bicicleta, no se te olvida nunca, ¡pero llevaba dos meses, dos!, sin coger la moto de carreras y estas 29 vueltas han sido fantásticas», decía ayer Marc Márquez, sometido a una doble operación el pasado 4 de diciembre en su hombro izquierdo.

El equipo de Márquez se había puesto como punto de partida de esa rehabilitación el Gran Premio de Catar del próximo 10 de marzo. «Pero yo he trabajado los dos últimos meses, sin Navidades, para estar hoy aquí en unas mínimas condiciones para poder pilotar y siento la satisfacción del trabajo bien hecho, aunque me falta fuerza en el hombro», afirmó el piloto tras una dura puesta a punto. Márquez logró el mejor crono en el primer test de pretemporada frente a los mejores de MotoGP (solo faltó su compañero Jorge Lorenzo). «No es momento de mirar los tiempos, pero es un orgullo y satisfacción para todos, sobre todo los que me han ayudado a superar esta difícil y dura doble operación». Mientras sus rivales completaban 60 vueltas, Márquez fue el más veloz dando solamente 29 al trazado de Sepang.

El de Cervera le sacó 0.258 segundos a un fabuloso Álex Rins (Suzuki), 0.316 segundos al no menos veloz Maverick Viñales (Yamaha) y 0.362 segundos a un sorprendente Tito Rabat (Ducati), contó que había tenido que cambiar de estilo. «Ahora he de ser más suave, no puedo pilotar con mi habitual agresividad». Tras acabar la primera sesión de entrenamiento liderando la tabla, tras dos meses sin tocar la moto y una complicadísima doble intervención quirúrgica, Márquez, que superó a Valentino Rossi (Yamaha) por medio segundo al igual que al subcampeón Andrea Dovizioso (Ducati), se mantuvo muy modesto: «¡Hombre, mejor estar primero que el 20 o quedar a dos segundos del mejor!, pero acabar primero lo que te proporciona es un premio al trabajo bien hecho», concluyó.