La sede de Repsol respiraba hoy optimismo, felicidad y, sobre todo, esperanza, ilusión, en el sentido de querer, de pretender, de intentar, de soñar con repetir los tres grandes éxitos conquistados, la pasada temporada, en el Mundial de MotoGP, la máxima expresión del mundo de la velocidad de dos ruedas. En un salón de actos precioso, la compañía española presentó, junto a la poderosísima fábrica japonesa Honda, el equipo soñado por cualquier gran patrocinador y marca, integrado por el catalán Marc Márquez, de 25 años, heptacampeón del mundo, y su nuevo compañero, el mallorquín Jorge Lorenzo, de 31 años, que en ningún momento rechazaron la etiqueta de favoritos para intentar repetir, si pueden, la triple corona ganada por Márquez (pilotos), constructores (Honda) y escuderias (Repsol Honda) en el 2018. Eso sí, a Márquez no le gusta el sobrenombre de dream team, pero la sonrisa jamás desapareció de su rostro.

Sobre el escenario, que simulaba un boxe de MotoGP, aparecieron como coprotagonistas de esta impresionante presentación, dos estrellas enormes, tremendas, dos campeones casi tan grande, o más, que los jóvenes que recibían el bautismo del 2019, como fueron el australiano Mick Doohan, cinco veces campeón del mundo de 500cc y el primero que consiguió el título para Repsol, y el catalán Àlex Crivillé, el primer español (luego vendría Lorenzo) en conquistar el cetro más difícil y duro, el de la categoría reina, que parecía inaccesible para el motociclismo español, que había ganado el resto de cetros desde 50cc, 80cc, 125cc y 250cc anteriormente.

LA UNIÓN HACE LA FUERZA

Todos, absolutamente todos los presentes y, por supuesto, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, como el ingeniero japonés Tetsuhiro Kuwata, director general del Departamento de Competición de Honda (HRC), elogiaron la capacidad, la competitividad y, sobre todo, los logros conseguidos en la pista e, incluso, en ingeniería y laboratorios de Repsol y Honda, que empezaron a colaborar hace ahora 25 años. Ser socios de Honda, de las carreras, de MotoGP, nos motiva tremendamente a la hora de investigar nuevos productos, sean carburantes o lubrificantes, señaló Brufau, que recordó que, en este 2019, también se cumplen 50 años de nuestra entrada en el mundo de las carreras, pues empezamos en los rallys. Ni que decir tiene que Kuwata aprovechó su discurso, en un perfecto inglés, para dar la bienvenida a Jorge Lorenzo, que ha aceptado de muy buen grado el reto de formar parte de un equipo que solo piensa en ganar y que lo da todo en la pista.

Doohan y Crivillé recordaron sus inicios y agradecieron a Repsol y Honda lo mucho y bueno que hicieron por nosotros, para que contásemos siempre con el mejor material y, sobre todo, con el mejor equipo técnico y humano. Crivi, ya en el escenario, saludó a Lorenzo, le dio la bienvenida a un equipo ganador y le recordó que había tomado una gran decisión pues ya te has dado cuenta de que estas en el mejor equipo del Mundial. No es nada fácil, recordó Doohan, empezar esta historia hace 25 años y que, ahora, en el 2019, siga todo en pie y aún mejorado. No siempre estas asociaciones, entre un patrocinador y una fabrica, resulta tan duradera y me alegró porque todo siga en pie.

La imagen ofrecida tanto por Márquez como por Lorenzo en esta larga presentación no pudo ser más ejemplar, con momentos y puntos de complicidad absoluta, reconociendo ambos que una cosa es la personalidad de cada uno de ellos (cada piloto tiene una forma de vivir, fuera y dentro de la pista, distinta y, en eso, tanto Marc como yo no somos parecidos, no, señaló el mallorquín) y otra, muy distinta, el rendimiento en la pista donde, evidentemente, solo puede ganar uno; eso sí, si nos picamos, si hay problemas, como los hubo con Dani (Pedrosa), pero nadie se enteró nunca, significará que los dos estamos arriba y eso es muy bueno, mucho, para el equipo y la evolución de la moto.

EL DESEO DE MÁRQUEZ

Cuando le pidieron un deseo a Márquez de cara al nuevo Mundial, Márquez fue muy concreto: Salud, salud, que no suframos lesiones; lo demás, te lo tienes que ganar en entrenamientos y en la pista. Lorenzo, cómo no, pidió recuperarse cuanto antes y, sobre todo, poder celebrar haber llegado al mejor equipo del mundo en el momento justo. Nada más ver los colores de esta moto piensas en grandísimos campeones, victorias y títulos y, por tanto, estoy en el sitio soñado, es como si fichas por el Barça o el Real Madrid y eso me motiva tremendamente.

Márquez está absolutamente convencido de que Jorge será uno de los candidatos al título, pero también cree que la situación habrá que verla desde la perspectiva de cuanto evolucionarán los demás. Respecto a Jorge, estoy convencido de que nos vamos a ayudar sin saberlo, sin darnos cuenta, insistió el joven de Cervera. Sé que todo el mundo comenta, señaló Lorenzo, que somos dos gallos en un mismo gallinero pero, contrariamente, a lo que no ceso de oír y leer, yo solo veo las cosas buenas que producirá esta formación, esta pareja, y no lo negativo. Sin duda, estar juntos significará muchísimas más cosas positivas que negativas.

Alberto Puig, máximo responsable deportivo del equipo Repsol Honda, se mostró muy orgulloso del equipo formado porque hoy mismo hemos podido recordar, con la presencia en esta presentación de Mick (Doohan) y Àlex (Crivillé), que el team Repsol Honda siempre, siempre, ha perseguido tener los mejores pilotos y si los dos podían ser dos grandes campeones, aún mejor. Los dos pilotos van a tener las mismas armas y Honda es, afortunadamente, una fábrica enorme, fantástica, capaz de dar todo lo que necesitan a los dos pilotos y, sí, con todos los detalles que ellos pidan.

En ese sentido, tanto Márquez como Lorenzo concluyeron su presentación recordando que están en el lugar ideal, perfecto. Yo quería estar en este equipo, fuese como fuese. Es más, cuando estaba en Moto2, me ofrecieron la posibilidad de dar el salto a MotoGP antes, en otro equipo que no era éste, y preferí esperarme. Yo quería debutar y correr en MotoGP en el equipo donde habían corrido mis ídolos, Doohan, Crivillé, Pedrosa y aquí estoy, en mi familia de los circuitos y no, de momento, no pienso cambiar, no tengo por qué cambiar, insistió el heptacampeón catalán.

Yo solo puede decir que, desde el primer día que entré en el box de este equipo, en Cheste, en Valencia, sentí que me querían, que me apreciaban, que estaban contentos de que hubiese llegado allí y, sobre todo, que me valoraban como pìloto, comentó el pentacampeón mallorquín. Solo puedo decir que, en efecto, me costará hacerme con el control absoluto de la moto, pero estoy en el sitio ideal.

DURAS OPERACIONES

Ni que decir tiene que tanto Márquez como Lorenzo lamentaron y mucho, mucho acudir a esta presentación sin estar al cien por cien de sus condiciones físicas. Ha sido un invierno muy, muy, duro. He tenido que ser muy duro de cabeza, pues llevo más de siete semanas con mucho tacto, rodeado de la familia, de amigos, en Cervera, con mis preparadores y no queriendo correr más de la cuenta. Había día que no avanzaba y me inquietaba y, en ese sentido, he tenido que ser fuerte de cabeza. Pero, bueno, ya empiezo a coger pesas de tres y cuatro kilos y estoy mucho más animado. El objetivo no es correr en los test de Sepang, del próximo 6 de febrero, ni en los de Catar, poco antes del primerGP, el objetivo es ser veloz en la primera carrera. Lorenzo reconoció que no he tenido más remedio que pasarme por el quirófano y pensar que ya tendré tiempo de subirme a la moto y correr lo máximo posible. Ahora me duele la mano y hasta todo el brazo izquierdo, pero estoy muy feliz.