Hay un momento en que te lo encuentras por el paddock y le preguntas por qué todo el mundo cree que ganaría con cualquier moto y Marc Márquez se para, te mira y dice «¿lo dices en serio?» Lo digo en serio. «Ese comentario lo oigo mucho y no sé porque se dice, ni quiero saberlo. Ganar es adquirir un compromiso con la moto y tu equipo. Si todo el mundo rema en la misma dirección, cualquier proyecto puede ser ganador. Es verdad que una de mis virtudes, tal vez poco destacada, es que me adapto muy rápido a los cambios, de neumáticos, de electrónica…»

Y si le insistes diciéndole que la sala de prensa está llena de expertos que dicen, sabios ellos, que tiene que ganar con otras marcas para ser aún más inmenso, el heptacampeón más joven de la historia añade: «Todo eso lo dicen por morbo, por saber qué ocurriría con Márquez si se subiese a otra moto, no importa cual, otra. Pero yo siempre digo lo mismo. Mi sueño de niño era llegar a este equipo, así que estoy donde quería. Si piensas en cambiar es porque necesitas un estímulo o te ha podido el ego y has caído en la provocación que te han tendido ‘¿a qué no eres capaz de ganar con otra moto?’ Pero, no, no pienso caer en esa trampa».

Y si sigues con la idea, se para y añade como conclusión de la charla: «Hay, de momento, cuatro marcas con las que se puede aspirar a ganar. Está nuestra Honda, claro, Yamaha, Ducati y Suzuki, pero hasta que no te subes en ellas no sabes de qué pie cojean y qué virtudes tienen». Es evidente que el micromundo de MotoGP sueña con Márquez montado en otra moto. Y, de momento, no ocurrirá. Tiene, como todos los magníficos, dos años más de contrato. Y, encima, ahora le llega el tricampeón Jorge Lorenzo a su box. Y, como reza Alberto Puig, su director deportivo, «eso le hará ser aún mejor». Pero, sí, el paddock entero cree que el único piloto capaz de ganar carreras y títulos con otra moto (Lorenzo lo ha intentado en los dos últimos años con la mejor moto de la parrilla, la Ducati y no lo logró) se llama Marc Márquez Alentá.

GRAN EXPECTACIÓN

«Por supuesto que Marc ganaría carreras y, tal vez, el título con nuestra Ducati», dijo Lorenzo el otro día. «Nuestra moto es muy competitiva y, posiblemente, la pueden llevar varios pilotos. Álvaro (Bautista) en la gira demostró que con ella se puede aspirar, ya de inicio, al podio. Marc es un fenómeno y, sí, enseguida podría ganar carreras con nuestra Ducati».

El gran Randy Mamola, cuatro veces subcampeón de 500cc (1980, 1981, 1984 y 1987), reconoce que está «absolutamente convencido de que Marc ganaría carreras y títulos con esas otras tres motos que él nombra: Suzuki, Yamaha y Ducati». Y el equilibrista Mamola, un auténtico trapecista sobre la maltratadora Cagiva, asegura que la razón por la que siente fe ciega en Márquez «no es por su valentía, pilotaje, atrevimiento y habilidad, no, no, sino porque es el único piloto capaz de adaptarse a todas las motos y circunstancias. Marc doma a las motos, las hace suyas, no es como otros pilotos que se empecinan en cambiarlas antes que adaptarse a ellas. Marc se subiría a la moto que fuese y, a las cinco carreras, él y la moto serían un mismo cuerpo». Si entras así, a saco, de repente, en el estudio Ángel Nieto 12+1 de Movistar TV y planteas la idea ¿ganaría Márquez con cualquier moto?, los dos monstruos allí presentes, Álex Crivillé, el primer campeón español de 500cc (1999), y Juan Martínez, sabio de las suspensiones, te miran con los ojos como platos y, con la boca pequeña, casi en silencio, te dicen «sí». Martínez matiza con una enorme sonrisa de pícaro, con la que pretende curarse de críticas: «Bueno, mañana, no; pasado, tampoco, pero a las cuatro carreras estaría ahí, sí, en la lucha por la victoria. Eso sí, con la Suzuki, la Yamaha y la Ducati, con la KTM aún no y con la Aprilia me temo que nunca».

Crivillé añade: «Marc es Messi o, como le oí decir el otro día a Santi (Hernández, el ingeniero del heptacampeón) el Rafa Nadal de las motos. Pero, ¡ojo!, porque Messi gana con el Barça, pero no con Argentina. Quiero decir que veo a Márquez ganar con las otras tres grandes motos, pero haciendo lo que hace en Honda: luchando, cayéndose buscando el límite, teniendo un equipo fiel y una fábrica que cree ciegamente en él».

«Yo le veo ganando carreras con nuestra Yamaha», dice Viñales. «¿El título?, el título no, el título es otra cosa. ¿Con nuestra Yamaha actual?, tendrían que fallar los demás. Mira Valentino y yo lo que estamos sufriendo para estar entre los seis primeros. Marc tiene mucho talento, desde luego, pero nuestra Suzuki no es su Honda, no le permitiría hacer lo que hace ahora en la pista», añade Álex Rins, que este año ha estallado con cuatro podios.

«Yo, lo siento, o no, pero Marc tiene un talento increíble, se adaptaría a cualquier moto y a cualquier circunstancia. Sus habilidades son extraordinarias y le veo ganando con cualquier moto», comenta Álvaro Bautista, cuyo sensacional final de temporada no le servirá para seguir en Moto GP y sí para ser uno de los más serios candidatos, en el 2019, al título de Superbikes con la firma Ducati. «Repito, el talento de Marc es sobrenatural y, además, es un piloto muy fuerte en cualquier tipo de circunstancias y situaciones», recalcó.