Fue uno de los mejores pilotos de los 90. Campeón del mundo de 125 centímetros cúbicos y el primer español que conquistó la categoría reina, Álex Crivillé es ahora comentarista del campeonato del Mundo en Movistar TV.

-Usted no llegó a correr en Motorland, pero lo conoce casi como la palma de su mano. ¿Qué le parece?

-Es uno de los circuitos mejor considerados. Su trazado gusta mucho a los pilotos porque es rápido y exige una cuidada puesta a punto. Se trata de un circuito muy técnico, difícil y con subidas y bajas. Tiene más curvas de izquierdas y se alcanzan casi 300 kilómetros por hora en la recta en bajada y el sacacorchos, una de las señas de identidad de un gran circuito. Viene gente de todos los sitios y se utiliza también para otro tipo de pruebas. Motorland está catalogado entre los mejores porque es un gran circuito.

-¿La falta de plazas hoteleras en el entorno supone un hándicap importante?

-Bueno, pero Zaragoza, por ejemplo, está a una hora. Aquí se crea una especie de cultura de cámping para los aficionados y eso está bien. Además, para los pilotos no supone un problema porque ellos duermen en su motorhome.

-Casi le gusta tanto Motorland como a Márquez...

-Se le da bien, sí. A Marc le encanta este trazado, es verdad. Pero también a Lorenzo y a muchos más.

-A Rossi no tanto...

-Algo menos sí, pero también le ha pillado en una etapa de Rossi un tanto especial, ahora con los problemas con su Yamaha y demás.

-¿Le hubiese gustado correr aquí?

-Bueno, ya lo hice aunque en coche. Hace dos años participé, junto a Jordi Gené, en los 500 kiló- metros de resistencia y, además, conseguimos la victoria. Pero sí me hubiese gustado correr en un circuito como este cuando estaba en activo, sí. Estamos hablando de uno de los mejores en la actualidad y que no tiene nada que envidiar a cualquier otro. A mí me encanta Motorland. También por su entorno y la gente. Disfruto mucho cuando vengo aquí.

-Su talismán era Jerez, en cualquier caso.

-Sí, allí gané tres años consecutivos en 500 centímetros cúbicos y creo que hice podio diez años seguidos. Motorland tiene más curvas de izquierdas y a mí me gustaban más a derechas, pero creo que lo pasaría bien aquí.

-¿Pondría en problemas a Márquez?

-No creo que sea posible comparar una época con otra. Es que todo ha cambiado muchísimo en cuanto a técnica, electrónica… todo. Ahora se cambia de marcha casi con la mirada. Es difícil de calibrar porque la evolución ha sido espectacular en los últimos años, también en lo que a estructura y organización se refiere. Es otra historia. En todo caso, no cabe duda de que Marc es la gran referencia del momento. Está claro.

-¿Lo tiene hecho ya?

-Bueno, lo tiene muy bien para ser otra vez campeón del mundo, pero las cosas no se consiguen hasta que matemáticamente están finiquitadas. Las Ducati están muy bien y atraviesan por un gran momento, pero es verdad que Marc dispone de un margen de puntos que le permiten afrontar estas pruebas con cierta tranquilidad. Lo tiene fá- cil, pero no puede cantar victoria todavía. Está en Motorland, donde seguro que va a darlo todo para conseguir la victoria ante su afición y después de inaugurar la primera curva dedicada a él, pero, insisto, las Ducati van muy bien. Aún hay Mundial porque, además, esto es un deporte de riesgo en el que pueden pasar muchas cosas.

-¿Cree que puede llegar a ser el mejor piloto de todos los tiempos?

-Puede serlo, sí. Tiene potencial y capacidad para ello, pero cuidado con Lorenzo, porque es un gran piloto que cuenta con todo mi respeto y que está haciendo algo admirable. Si en Honda le hacen su moto con los reglajes adecuados, ojo con él.

-Segundo Gran Premio Movistar de Aragón sin Ángel Nieto...

-Lo echamos mucho de menos. Era un ídolo para todos y uno de los pilotos más grandes que ha habido, pero es que, además, era un amigo.

-¿No será más duro estar tantas horas en directo transmitiendo las pruebas del Mundial que subirse a la moto?

-Qué va. Aquí contamos con un gran equipo (Movistar TV) y afrontamos cada cita con la gente con la máxima ilusión. Además, tenemos la suerte de que los pilotos españoles ganan y eso todavía añade más motivación y a sentir ese cosquilleo en el estómago al comienzo de cada temporada y con cada carrera. Nunca me habría podido imaginar ser comentarista yo, un tío poco hablador, pero me lo paso bien.