Genis Cuadros es el gentil, simpatiquísimo y eficaz preparador físico de los hermanos Márquez. Cuadros, que se desvive por sus chicos y los prepara de la manera más divertida posible (forma parte de esa extraordinaria familia que compite divirtiéndose), siempre dice que prefiere que "tengan la elasticidad y viveza física de los gatos" que el poder físico de un león o un elefante. Este viernes, en los primeros entrenamientos oficiales del Gran Premio de Alemania, que se disputa en el rapidísimo trazado de Sachsenring, ha quedado demostrado que el entrenamiento de Marc resulta muy eficaz, pues ha sufrido una caída que, tal vez sin la elasticidad y ligereza de un gato, habría supuesto una lesión más que grave.

"Ha sido en la segunda curva del trazado", ha explicado el tricampeón del mundo y flamante líder del Mundial de MotoGP tras su caída. "Es una curva que trazamos en segunda, graduando el gas, acelerando poco a poco. El problema es que yo tenía el pie muy cerquita de la palanca del cambio de velocidades, iba muy inclinado y, después de analizar detalladamente la telemetría, nos hemos dado cuenta con Santi [Hernández, jefe técnico] y Hugo [Bucher, telemétrico] que, sin querer, pues nunca lo hago y no es necesario, he metido la tercera velocidad y, claro, la moto ha acelerado más de la cuenta, la rueda trasera ha derrapado bruscamente y me ha escupido por las orejas. Me ha catapultado por encima de la cúpula", ha detallado.

"He tenido mucha suerte"

La caída ha sido fea, fea de verdad. Ha habido un momento en que el casco de Márquez, un Shoei de gran calidad y seguro, ha chocado con el asfalto, salvándole, sin duda, de una grave lesión. "He vuelto al box serenamente, me han preparado la segunda moto y he salido. Ahora mi cuello se ha enfriado y empieza a doler, pero la verdad es que he tenido mucha suerte y no creo que este percance me complique la carrera", ha afirmado.

Márquez, que pese a todo ha logrado el segundo mejor tiempo de la jornada (por detrás de Aleix Espargaró, que ha vuelto a exprimir su privilegiado neumático blando para lograr el mejor crono), se refería a este tipo de percances cuando el pasado jueves hablaba de la "casi imposibilidad" de conseguir la victoria en los 18 grandes premios de la temporada. "Me he salvado de una buena", ha añadido el joven piloto de Cervera (Lleida), a quien sus compañeros siempre consideran que le acompaña la suerte porque siempre se cae en los entrenamientos y casi nunca en carrera.