Había deslizado Martín González en su última comparecencia ante los medios de comunicación que tenía la intención de presentar a su último fichaje del verano junto al guardameta Bono, que llegó ayer. No fue así porque algo o alguien le falló, seguramente Masoud, que era el elegido y parecía estar encaminado a cruzar su carrera de nuevo con Martín González, a quien ya conocía de su etapa en el Osasuna. El iraní aceptó finalmente una oferta para jugar en Catar y el Zaragoza ha quedado con una ficha libre de las 18 que le permite tener la Liga de Fútbol Profesional, una plaza que será para un mediapunta.

"Pensaba que teníamos una cosa que nos iba a salir bien, pero no fue así y ahora tampoco vamos a traer a alguien por traer. Nos quedamos así hasta que encontremos a alguien que nos pueda ayudar. La idea es buscar un mediapunta que nos aporte calidad, último pase y gol", dijo el director deportivo ayer en La Romareda.

Aprovechó también para explicar la llegada de Bono. "El mismo riesgo había de frenar la carrera de Whalley con un portero veterano que con Bono. Nosotros queríamos un portero con experiencia y apuramos el tema de Toño, que tardó mucho en rescindir con el Elche y al final le salió el Rayo, de Primera, y prefirió ir allí. Después trabajamos el tema de Julio César, pero tuvo un malentendido con otro agente, que pensaba que lo iba a llevar a Italia, y como nosotros necesitábamos un portero, decidimos apostar por Bono".

Además, Martín González se refirió a las dificultades que está teniendo el equipo. "El tiempo nos está poniendo en nuestro sitio. Aquí siempre se habla de ascenso, pero tenemos que empezar a mirar hacia abajo y ganar un partido cuanto antes. Tenemos el hándicap de no haber hecho pretemporada. No es lo mismo empezar la Liga con 40 o 50 días de trabajo que no poder contar con los jugadores hasta los últimos días".