"Está claro que necesitamos ganar". La situación en la Liga (el Barça está a cuatro puntos de desventaja respecto al Madrid) convierte la victoria de este domingo en el Bernabéu en una exigencia ineludible para revalidar el título. Desde el punto de vista filosófico, el espíritu del Barça no cambia de otras semana ni de otros partidos dentro y fuera de casa.

Pero es el clásico, y las consecuencias del resultado suelen ser grandilocuentes. Especialmente a estas alturas de la temporada. Martino vería muy difícil recortar cuatro puntos en las jornadas que quedarían (si el duelo acabara en empate) y casi quimérico levantar siete en caso de una derrota, sobre todo por la fiabilidad mostrada por el Madrid.

"La diferencia es que no hemos tenido la consistencia para ser regulares y eso es lo que nos ha hecho perder distancia, no la perdimos por una cuestión de identidad: los dos equipos tenemos muy claro cómo queremos jugar", ha explicado Martino.

La confianza de Tata

El entrenador azulgrana confía en Messi, "porque cuando suele jugar bien pasan cosas positivas para el Barcelona" y también en Neymar, a quien se le demanda ya una actuación convincente. Tata, en cambio, no se la exige. Para él es uno de los cinco mejores futbolistas del mundo y ha anunciado que hará "lo posible" para que Neymar "no se sienta como un jugador más".

Martino no ve tan especial jugar en el Bernabéu como el hecho de disfrutar de los dos meses tan apasionantes que quedan de temporada en los que el Barça se juega los tres títulos. El cuarto (la Supercopa de Espanya) ya está en el museo. Tata ha confesado que está muy ilusionado, más que decepcionado por las críticas de la temporada.

"Llegar a este cargo no sale gratuito y que una derrota provoque tantos movimientos forma parte de ser entrenador del Barcelona", ha dicho, antes de expresar su reflexión: "Es impagable ser entrenador del Barcelona".