El empate del sábado frente al Barcelona B, en un partido muy marcado por la lluvia y el estado del césped y donde el Zaragoza hizo más méritos para ganar que su rival, aunque mostró de nuevo sus claras carencias, ante el gol y en defensa, no terminó por agotar el crédito de Natxo González en el club, el más extenso sin duda de todos los técnicos que han pasado por la SAD desde el desembarco de la Fundación Zaragoza 2032 en el verano del 2014. Desde la entidad se aboga por un poco más de paciencia. Así, el preparador vitoriano se jugará su puesto ante el Tenerife, donde una derrota sí podría acabar siendo su condena.

El club decidió hacer un comunicado de ratificación de Natxo el pasado 26 de diciembre, donde también se aseguró que no estaban previstas incorporaciones en el mercado de enero. Ambas cosas eran una verdad a medias y los ojos estaban puestos en una reacción en los dos partidos seguidos en casa, ante el Barcelona B y el Tenerife, asumiendo que, si el Zaragoza no ganaba ninguno de ellos, el despido del preparador vitoriano sería un hecho.

EL GOL SALVADOR / De momento, el Zaragoza no ganó al filial azulgrana, aunque sí evitó una derrota que hubiera acercado la zona de descenso para aumentar la presión en las oficinas de la entidad con respecto a Natxo. Sin embargo, Guti empató con un gran gol y la clasificación sigue marcando tres puntos de renta con el descenso, pero solo 24 puntos tras terminar la primera vuelta, un promedio preocupante, de permanencia apurada en la categoría de plata, con la terrible amenaza que supone bajar a Segunda B, casi una desaparición de facto. Sin ese tanto del canterano y con el descenso más cerca, la debilidad de Natxo ahora sería mucho mayor si cabe.

Todo eso por no hablar de las sensaciones de un equipo que no arranca tras más de cuatro meses de competición y que semana a semana presenta graves deficiencias estructurales, salvo partidos muy aislados en esta Liga y cada vez más infrecuentes.

La firme apuesta de Lalo Arantegui en Natxo González es, desde hace semanas, el principal sustento del técnico. El director deportivo aún confía en el vitoriano y el consejo delega esa decisión sobre su continuidad en el máximo responsable de la parcela deportiva. Sin embargo, la ley del fútbol es inexorable y es obvio que una crisis como la zaragocista, con solo dos triunfos (Rayo y Sporting) en las 12 últimas jornadas pone en la picota a cualquier entrenador. Y Natxo está en su posición más débil, al amparo de una reacción con victoria frente al Tenerife tras el tropiezo, el enésimo, contra el Barcelona B.

Las malas experiencias de las temporadas pasadas, donde la paciencia con el entrenador fue menor y los relevos no trajeron una reacción, han beneficiado, y mucho, la continuidad de Natxo. También lo ha hecho el escaso límite salarial, el decimocuarto de la categoría con 5,6 millones, que ayuda como coartada para estar en la zona baja. Y, por supuesto, el hecho de que el proyecto sea tan nuevo, con muchos fichajes en verano, y más a medio plazo.

Y hay otro motivo que también ha influido, ya que el mercado de entrenadores con las estrecheces que tiene el Zaragoza tampoco ofrece demasiado donde elegir con convicción, teniendo en cuenta que la Liga de Fútbol permite sobrepasar el límite salarial, con cargo a la próxima temporada, en un 70% de lo que le resta por cobrar al actual técnico (Natxo lleva medio año de contrato) para afrontar la llegada del nuevo entrenador. Pero, si no queda más remedio que la destitución de Natxo, llegaría ese relevo y no sería improvisado.

PROS Y CONTRAS / Del técnico se valora su capacidad de trabajo, su riqueza táctica y su búsqueda de soluciones. También su valentía con la cantera (Pombo, Lasure, Guti y Delmás jugaron de inicio el sábado), algo que no es una pose, ya que los canteranos no están con él para completar convocatorias. Otro técnico en una situación similar seguro que apostaba por jugadores más curtidos.

Pero los resultados negativos tan seguidos siempre generan brechas entre un técnico y su vestuario y no es menos cierto que no ha logrado que el Zaragoza sea un equipo fiable y consistente. No gana casi nunca (solo cinco victorias), no da con un once fijo y repite errores, sin dar sensación de crecimiento. No hay entrenador más débil que el que no gana. Y Natxo lo hace muy poco. Pero el club aún tiene paciencia...