En principio, el deporte base y aficionado aragonés ya vela armas para su regreso, en los próximos días. Para este sábado está prevista la vuelta de las competiciones individuales, mientras que el sábado 27 será el turno de los deportes colectivos pre-nacionales, es decir, aquellas competiciones que otorgan ascensos a categorías nacionales. A partir de ahí, la vuelta del resto de competiciones será gradual hasta completar la puesta en escena, al fin, de todo el deporte amateur en la comunidad.

Sin embargo, la posible imposición, por parte del Gobierno aragonés, del uso de la mascarilla para permitir la puesta en marcha de todas las disciplinas podría amenazar el regreso del deporte aficionado, ya que varias federaciones ya han mostrado su clara reticencia a su uso en la práctica deportiva debido a los problemas que pudieran provocar en los jugadores. De hecho, la utilización obligatoria de la mascarilla supondría, incluso, un obstáculo que desde algunos sectores del deporte aragonés se considera insalvable.

Esta polémica se abordará, en principio, en el encuentro que la DGA tiene previsto celebrar este martes con algunas federaciones. En la reunión, destinada a ultimar detalles de esa puesta en marcha de las competiciones territoriales, el Gobierno aragonés debería trasladar a los organismos deportivos el protocolo diseñado para la vuelta segura del deporte base y aficionado a partir de este sábado. Si en ese manual se impone el uso de la mascarilla para jugar, habrá problemas.

En el encuentro, en todo caso, estará el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, que expondrá las exigencias del Departamento de Sanidad a través de la dirección general de Salud Pública.

Pero no solo las mascarillas marcarán el encuentro. La movilidad y la presencia de público en los campos también se abordarán en una reunión en la que el deporte tratará de obtener al fin una respuesta positiva a sus demandas. Es el caso, por ejemplo, de la federación aragonesa de fútbol, que lleva tiempo reclamando el fin de la puerta cerrada en Segunda B y Tercera división y que pretende hacer extensivo al resto de competiciones aficionadas y de base. Para ello, propone la presencia de un pequeño porcentaje de público en los campos o que al menos puedan entrar los socios de cada equipo. Nada, de momento, de desplazamientos de una localidad a otra ni de apertura de bares en los campos.

Además de mascarillas y público, la movilidad será el tercer aspecto que se abordará, previsiblemente, en el encuentro entre la DGA y el deporte, con la necesidad de acreditación para que los deportistas puedan llevar a cabo los desplazamientos pertinentes para disputar los encuentros de cada jornada mientras perduren los confinamientos perimetrales y provinciales.