McLaren quiere romper con Honda ¡ya!, cuanto antes mejor. A falta de poco más de una semana para el inicio del mundial de F-1 en Albert Park (Australia), todo ha saltado por los aires. El desastroso rendimiento de los propulsores japoneses en los test de Montmeló ha agotado la paciencia de la escuderia de Woking (GB) cuando se inicia el tercer año de colaboración entre Honda y McLaren. Harto ya de tanto fiasco, Fernando Alonso lo dejaba caer en su última rueda de prensa: «Todos estamos preparados para el primer gran premio, todos, menos Honda», dijo el bicampeón antes de la lanzar un órdago a su equipo: «Es necesario que el equipo tome decisiones al más alto nivel en pocas semanas».

La opción para el cambio son los motores que Mercedes tenía reservados para la escudería Manor, que, finalmente, ha desaparecido de la parrilla de este año. La negociación entre McLaren y la fábrica Mercedes no es sencilla. Además, de suministrar los motores, Honda aporta 100 millones de euros a McLaren, una cantidad importante en un presupuesto muy menguado. McLaren figura en la cola del reparto de ingresos que la FOM realiza entre los equipos en función de los resultados de los últimos años, y la falta de un patrocinador principal sobre el nuevo color naranja del coche tampoco es una buena noticia para su contabilidad.

El principal problema

Pero Mansour Ojjeh, el accionista principal, parece dispuesto a inyectar esos 100 millones que dejaría de pagar Honda. El magnate sirio es ahora el hombre fuerte dentro de McLaren tras despedir como director a Ron Dennis, el hombre que confío en Honda.

Pero el escollo principal, además de la resolución del farragoso contrato con Honda, es que los jefes de Mercedes F-1, Toto Wolff y Niki Lauda, no están por la labor de suministrar motores a McLaren, una postura que ya adoptaron frente a Red Bull el año pasado. Wolff y Lauda temen que cualquier escudería puntera les gane si equipan sus mismos y fabulosos motores. De ahí que fuesen ellos los que filtrasen las negociaciones de McLaren con Mercedes, en teoría con el objetivo de dinamitar la operación en las próximas horas.

McLaren se limita a reconocer que hay problemas y que trabajan en otras vías: «Las pruebas de invierno han sido desafiantes y decepcionantes. Estamos trabajando con Honda para resolver las carencias y deficiencias. Junto con Honda estamos considerando opciones, pero no comentaremos la especulación de los medios de comunicación», dice un portavoz de McLaren. Mientras, Alonso se presentará en Albert Park la próxima semana con un motor que no ha podido completar más de 15 vueltas seguidas y cuyo rendimiento le hunde en la cola de la parrilla.