Bastantes amigos le aconsejan que no se complique en esta carrera, que no gana después de haber subido 21 veces a los techos de la Tierra. "Eso me dice Araceli, mi mujer. Pero cuando te ponen un caramelo como el K-2 para una persona superambiciosa como yo, no lo puedo dejar pasar de largo". Solo hay tres personas en el mundo que han subido dos veces al K-2: un nepalí, un checo y Oiarzabal. Con cierta soberbia merecida y orgullo natural, como una montaña altiva y retadora, apunta que "¡a mí me gusta ser la única persona que ha subido 21 ochomiles!" .

La gente no llega a entender lo que supone "subir 21 ochomiles, hacer 35 expediciones al Himalaya, estar nueve meses fuera de tu casa, no disfrutar de tu familia. La gente no lo llega a comprender y, encima, estoy vivo", dice el himalayista vasco.

A la espera de un trabajo

Oiarzabal no quiere seguir en la carrera de los ochomiles hasta los 65 años como Carlos Soria. "Estoy esperando tener un curro majo. Quiero llevar un camping en Vitoria". El alpinista pensó hace pocos días que "ahora podría ser el momento oportuno de dejar esta mierda. Pero al final yo sé que no lo voy a dejar".

El año que viene afirma que "le ayudaré a Edurne a subir al Nanga Parbat". La tolosarra ya lleva siete ochomiles. "Tiene una capacidad de sufrimiento muy importante y ver a una persona andando 24 horas en el K-2, es muy significativo. Si se cuida y hace las cosas como yo no las he hecho yo, tiene muchas posibilidades de subir los 14 techos del mundo. Ahora lo que debe hacer es mantenerse viva". Le quedan cumbres difíciles "pero ha salvado un obstáculo muy importante como el K-2. Le quedan montañas complejas como el Kangchen o el Annapurna y no debe obsesionarse con esta carrera", afirma.

Animos para Pauner

José Carlos Pauner estuvo los mismos días y en la misma cadena del Karakorum que el vitoriano. Tras 50 días de espera, holló la cima del Hidden Peak. "Se puede dar con un canto en los dientes teniendo en cuenta las condiciones del tiempo que hemos sufrido. El año que viene jode tener que ir para hacer el G-II. Eso nos ha pasado a los demás". Este año no se ha subido el Broad Peak y el G-II. "No llegué a contactar con el jacetano. Le doy ánimo para que siga subiendo cumbres sin obsesionarse. Ahora creo que va a la cara sur del Shisha Pangma", concluye.