Una temporada histórica, con la primera participación del club en Segunda B, se convirtió hace tiempo en una agonía. Virtualmente descendido semanas atrás, el domingo el Sariñena se convirtió matemáticamente en equipo de Tercera. Tras solo dos victorias en 31 partidos, llega la hora de analizar qué ha fallado. "Creo que la Junta, principalmente yo, tiene la culpa de haber perdido la categoría. Si hubiéramos hecho las cosas de otra manera, podríamos haber permanecido en ella. La Segunda B es una categoría semiprofesional y hemos hecho casi todas las cosas como semiprofesionales, pero ha habido algunas en que hemos sido como un equipo de Tercera. Eso nos ha pasado factura", admite Miguel Ángel Carilla, presidente del Sariñena.

Y añade: "Creo que, desde un principio, no supimos hacer bien el organigrama de trabajo, nos ha faltado experiencia. Llegamos a cambiar de entrenador, con Manolo, que tiene mucha experiencia, pero tampoco adquirimos toda la que nos hacía falta para mantener la categoría", explica.

Para el dirigente, una de las consecuencias de esos errores de gestión es el nivel de la plantilla. "El sentimentalismo no funciona. Las categorías están para algo. En el fútbol, hoy en día, hay que tener pelitos en el corazón y a las personas que puedan jugar en una categoría, admitirlas y a las que no pueden jugar en esa categoría, pues no cogerlas. La Segunda B exige muchísimo sacrificio y a lo mejor nosotros no hemos sabido estar a la altura", alega, sincero.

Sin embargo, no todo son malas noticias. Si la participación en Segunda B ha acabado siendo la condena para varios equipos aragoneses --hoy en Regional o en el olvido--, cuya economía se desplomó, parece que ese no será el caso del Sariñena. "Nosotros valoramos un presupuesto del cual prácticamente no nos hemos salido. Es un presupuesto que vale igual perdiendo la categoría o salvándola. En el Sariñena no queremos que nos pase como al Figueruelas, el Barbastro, el Binéfar, el Casetas, etc. Si todas las instituciones nos dan lo que nos han prometido, el Sariñena no tiene por qué tener ningún problema económico", afirma. Y ello, pese a que los patrocinios privados apenas han reportado ingresos a la entidad, que no ha estado sostenida económicamente por ninguna empresa. "Más o menos hemos tenido como un equipo de Tercera División. Resulta problemático. Nuestro patrocinador es la DGA. Hay algunos más pequeñitos, pero básicamente ese".

El Carmen, con gente

Quien sí ha respondido ha sido la afición, que ha acudido habitualmente a El Carmen pese a la situación del equipo. "Últimamente menos, porque la gente va al fútbol si se divierte y se gana, pero no nos podemos quejar, el campo ha estado casi todos los sábados llenos, unas veces más y otras un poquito menos".