No hay tiempo para lamentaciones. El descenso matemático del Huesca abre de inmediato un nuevo periodo de configuración del proyecto de la próxima temporada. La primera decisión es clara y su resolución parece inmediata. La afición y el club quieren que Francisco sea su líder, su entrenador en su intención de recuperar la categoría, objetivo que plasmó con sus cánticos de cariño El Alcoraz y que ha manifestado abiertamente desde Navidad el mismo presidente Agustín Lasaosa. Será la operación que deberá acometer Rubén García, nuevo director deportivo de la entidad.

«En unas horas». En nada temporizó Rubén García el desenlace del caso Francisco. Es una prioridad. Del almeriense se valora el trabajo realizado con un grupo con muchas carencias al que ha motivado para luchar por la permanencia y firmar una reacción que le hubiera mantenido de haberse desarrollado desde el inicio del curso.

Contar con un entrenador que se ha acoplado como un guante a la estructura, que conoce el mercado y la categoría, con criterio propio, buen manejador del vestuario y con un archivo táctico amplio y adaptable parece un aval para acometer con garantías la misión que se planteará en Segunda. La respuesta del andaluz definirá los siguientes movimientos.

SIETE MÁS UNO

Antes de dejar su cargo Emilio Vega ya comenzó la consolidación de la plantilla de la temporada 19-20, fuera cual fuera la categoría. Los nuevos contratos de Pulido (hasta 2022) y Ferreiro (2021) se dirigen en este sentido. En esta línea se reafirmaron las incorporaciones de invierno. Javi Galán (2022) y Enric Gallego (2022) firmaron largos compromisos con la idea de mantenerse en el Huesca tanto en Primera como en Segunda. Sin embargo, el rendimiento del delantero podría hacer que le saliera alguna novia que rompiera este compromiso.

El Huesca cuenta con otros cuatro futbolistas con contrato, pero no es seguro que todos sigan. De ellos, el caso de Luisinho, que puede cortar su vínculo tras el descenso, y Melero tienen un asterisco. El Villarreal podría ejecutar una cláusula preferencial para hacerse con el medio madrileño. Álex Gallar (hasta 2020) y Jovanovic (2021) vivirán su futuro en El Alcoraz si nada cambia.

Hasta 17 jugadores del actual plantel terminan su vínculo o estaban cedidos. Dos de ellos ya han declarado que no volverán a Huesca. Sus salidas han sido diametralmente distintas. Cucho Hernández volverá al Watford siendo la gran decepción del año y abucheado por un grupo de aficionados que le recriminan que haya decidido irse con la selección colombiana sub-20. Por el contrario, Chimy Ávila, cuyos derechos son del San Lorenzo argentino, ha entrado en el escaparate de primer nivel europeo por sus golazos en la recta final del curso y así se marchó como un héroe de Huesca.

EL RESTO DE SALIDAS

Entre los cedidos, el Huesca estaría más que interesado en quedarse en propiedad o ampliar el préstamo con Insua (Schalke 04), Rivera (Las Palmas) y Moi Gómez (Sporting). Este último parece el más complicado. Aunque podría haber sorpresas y todo depende de qué entrenador esté al frente, lo más probable es que Etxeita (Athletic), Musto (Tijuana), Juanpi Añor (Málaga), Herrera (Manchester City) y Adrián Diéguez (Alavés) vuelvan a sus puntos de partida, aunque cada caso es diferente. Por ejemplo, Etxeita termina contrato en Bilbao.

Entre los que terminan su vinculación hay distintas situaciones de inicio. La cotización de Miramón, indispensable en el lateral derecho, hará difícil que el zaragozano no se mantenga en la máxima categoría. El otro titular en esta lista, Santamaría, tiene una oferta de renovación. La devoción de la grada y su exitosa irrupción cuando partía como tercer guardameta avalaría su renovación a ciegas, pero la posible apuesta por Jovanovic, internacional serbio, más joven y con un contrato largo, añade dudas a esta opción.

Pondrían fin a su estancia en Huesca el capitán Camacho, que seguramente anunciará su retirada, Akapo, Aguilera y Javi Varas. Su continuidad dependerá de lo que diga el nuevo técnico, aunque el club quiere quedarse con Varas. Otro frente abierto será la política a seguir con los jóvenes cedidos. Escriche, Toro, Peñaloza, Valera y Bardají deberán ganarse un puesto o seguir su formación fuera de Huesca. También está el caso de Eugeni, que podría jugar en Primera tras su buena campaña en el Albacete.

El fondo de recuperación para los equipos que descienden (una cantidad que rondaría los doce millones y que el club debe repartir en dos campañas) y la contención presupuestaria en su temporada en Primera hacen que el Huesca retome la Segunda con un presupuesto superior (cercano a los 20 millones en su previsión) y una imagen de seriedad, afición ilusionada y proyección de futuro que puede abrirle muchas opciones en la captación de piezas importantes.