El Real Zaragoza cerró ayer el quinto partido de pretemporada con una derrota por la miníma en el campo de Los Pajaritos ante un Numancia mucho más conjuntado y que tuvo casi siempre más vocación ofensiva que el conjunto zaragocista. Pese a todo, el Zaragoza, todavía con mucha gente por incorporar, compitió bien contra el único rival de Segunda División que se ha enfrentado este verano y también gozó de sus ocasiones para haber podido incluso ganar. Los jugadores de Víctor Muñoz tampoco se vieron muy exigidos defensivamente a pesar de que los locales gozaron de mayor dominio territorial.

En el cuadro aragonés debutaron en Soria Ruiz de Galarreta y Rubén González. Ambos entraron en el equipo tras el descanso, mientras que Pedro Muñoz, otro de los refuerzos llegados, jugó de inicio y fue sustituido en los últimos minutos del encuentro. Galarreta actuó de mediocentro y tuvo detalles de calidad, mientras que Rubén estuvo seguro en el centro de la zaga. Los dos, como es lógico, acusaron la falta de acoplamiento con sus nuevos compañeros.

Pedro, por su parte, tuvo un poco de todo. En la primera parte, jugando en la banda izquierda, casi paso desapercibido, mientras que en la segunda, actuando en el lado derecho, participó en casi todas las acciones de peligro, pero no tuvo acierto en el remate. En el minuto 63 desaprovechó un mano a mano ante Munir e instantes después cabeceó fuera un buen centro de Diego Rico cuando se encontraba en buena situación para marcar. Esas dos ocasiones llegaron cuando más apretaba el Numancia y después de que Ínigo Pérez hubiera fallado una clara oportunidad para batir a Alcolea cuando recibió totalmente solo un centro medido de Valcarce.

UNA OCASIÓN POR BANDO La primera parte tuvo más ritmo que la segunda, pero hubo más ocasiones de peligro tras el descanso. En el primer acto solo tuvo una oportunidad de cada equipo. Palanca, en el minuto 19, cabeceó fuera con todo a placer para batir a Whalley, mientras que

Biel Rivas, en el minuto 26, evitó con una buena parada que Paglialunga pudiera marcar tras un pase atrás de Adán Pérez, que había combinado perfectamente dentro del área con Javi Álamo. Adán, como luego reconocería Víctor Muñoz, puso muchas ganas y volvió a mostrarse muy incisivo. En algunos momentos se le vio incluso acelerado.

Faltando poco menos de un cuarto de hora para la finalización del partido, Juan Antonio Anquela realizó seis cambios de golpe. Parecía que ya daba por bueno el empate y que el encuentro iba a terminar sin goles, pero cuando el reloj de Los Pajaritos señalaba justo el minuto 90, en una acción aislada, Natalio recibió un balón en profundidad por el centro de la zaga del Zaragoza y, tras entrar en el área, batió por bajo a Pablo Alcolea. Luego, sin dar ni tiempo para centrar, el árbitro pitó el final del encuentro y se consumó la derrota por la mínima del conjunto zaragocista en su visita al Numancia.