No fue para sacar las serpentinas y el gorro de fiesta, pero lo cierto es que el Real Zaragoza mejoró en el tercer amistoso la pobre imagen que ofreció ante el Benfica y lo hizo con un empate sin goles ante el Olympique de Lyon, todo un campeón de la Liga gala, con mayor trabajo de pretemporada acumulado y un pequeño tesoro de jugadores de primera línea. Eso sí, el gol sigue apuntado en la libreta de causas pendientes y también la victoria, pero por lo menos el conjunto aragonés trenzó mejor su fútbol del verano, sobre todo en la segunda parte del encuentro frente a los franceses, y hasta frecuentó a ratos el marcó rival. No es mucho, sí, pero al menos supone un paso adelante en el hallazgo de fórmulas alternativas para intimidar arriba.

DUEÑO DEL PARTIDO No tardó ni un instante el Lyon en hacerse el dueño del partido. Resguardado en su mayor rodaje y en la calidad de jugadores como Juninho, Elber o Luyindula, el conjunto galo puso cerco a la portería de Láinez. Frau, Elber, tras fallo del guardameta, Luyindula y sobre todo, una gran jugada de Essien, que acabó en un fuerte disparo junto al palo, pudieron abrir el marcador, pero el Zaragoza resistió el acoso del conjunto galo con Alvaro, Camacho y Generelo muy aplicados en tareas defensivas. Eso sí, la vida en ataque para el conjunto aragonés era casi inexistente, salvo la brega de un aislado Villa luchando por balones en largo.

En un pase de Oscar al Guaje cerca de la media hora y en un posterior centro de Pina --en su mejor partido hasta ahora-- pudo ver el Zaragoza por primera vez la meta de Puydebois, aunque en ninguna de esas ocasiones el balón llegara al marco galo. Para entonces el conjunto aragonés se asentaba mejor en el choque y ya había contrarrestado la fulgurante salida de su rival, con lo que el partido se inclinó de forma decidida hacia el bostezo, aunque el gol pudo llegar en las dos porterías. Primero, en un centro de Lafita, muy activo en el tramo final, que cabeceó Oscar para que Puydebois rechazara y después en una gran jugada de Luyindula que acabó en paradón de Láinez.

MEJORIA ZARAGOCISTA Los dos técnicos optaron por cambiar el once tras el descanso, aunque Le Guen mantuvo a Puydebois bajo el marco. Y lo cierto es que el choque mejoró de forma considerable, pese a que el Lyon tenía a muchos suplentes sobre el césped. El Zaragoza se volvió a apoyar en la sobriedad de Milito y en la consistencia de Zapater, ayer impreciso en el pase, pero con la buena colaboración de Fernando Soriano.

Drulic, desacertado y lento como es costumbre en el ariete serbio, falló la gran ocasión zaragocista tras jugada de Soriano, pero mejores fueron las oportunidades del Lyon, ya que Zapa rechazó un disparo de Ben Arfa --menudo futbolista-- y Bergougnoux falló con todo a favor. Drulic, a centro de Galletti, volvió a errar y el partido agotó su tiempo sin que hubiera goles a la vista. Desde luego, no hay manera de que este Real Zaragoza haga el primero.