Hay buenos equipos que no emocionan y otros, de categoría parecida, que apasionan a veces, pero desesperan otras. Seguramente, el CAI se parezca más a estos últimos, aquellos que pueden conseguir una hazaña un día y componer un desastre al siguiente.

Esto último hizo el equipo aragonés en Badalona ante el Joventut, lo primero lo logró solo una semana antes ante el Barça. En cualquier caso, la cara de la moneda ha salido a menudo esta temporada. Las dos victorias estrellas del año han llegado en el Príncipe Felipe; la primera de ellas ante el Valencia Basket (95-89), uno de los conjuntos más en forma de Europa, que camina con paso firme por la ACB, en la que es segundo, y ha llegado a la final de la Eurocup. No obstante, en Zaragoza los naranjas no pudieron con un vigoroso CAI que estuvo a punto de llegar a los 100 puntos y que consiguió levantar a la afición del Felipe como pocas veces antes. No hace tanto, en el último partido en el pabellón zaragozano, el CAI desbordó al poderoso Barcelona con una actuación completa y coral, en la que Sanikidze y Tabu se salieron para acabar derrotando a los catalanes (85-79). Aunque quizá la mejor prueba de la bipolaridad caísta son los cuartos de los playoffs el año pasado ante el Valencia, con una derrota en el primer partido de casi 40 puntos y una remontada épica en el segundo y el tercer duelo.