Un gol de Leo Messi mediada la segunda mitad resolvió la eliminatoria de octavos de final contra el Manchester City (2-1) y dio al Barcelona un mes más de crédito, el tiempo que, como mínimo, seguirá vivo en la Liga de Campeones. Sufrió el equipo del Tata Martino para cerrar un partido que jugó de más a menos y en el que pasó algunos apuros, especialmente al inicio de la segunda parte, cuando el conjunto inglés tuvo sus opciones de darle la vuelta a la eliminatoria.

Y eso que el Barça salió a tumba abierta, como si fuera el que debía remontar una diferencia de dos goles. Herido en su orgullo tras comprobar cómo se le ha puesto en la picota tras su indolente partido en Valladolid y ansioso por demostrar que el equipo no se ha dejado ir en esta recta final de temporada y sigue con el hambre intacta.

Quizá el partido en el que había que gestionar un 2-0 favorable no era el mejor día para exhibir una dosis extra de testosterona, para jugar más con el corazón que con la cabeza, pero el público del Camp Nou agradeció ese arranque enérgico de los suyos, con Messi enchufado como en sus mejores tiempos liderando, junto a Iniesta, las primeras acometidas azulgranas.

El astro argentino, sin duda el mejor jugador de la noche, protagonizó uno de sus eslalons memorables antes de quedarse sin fuerzas para batir a Hart y provocó un penalti de Lescott que el arbitro no pitó en estos primeros minutos. El City decidió frenar con patadas el dominio local. Una docena de faltas en la primera media hora sirvieron para templar el juego del Barça, a medida que el equipo británico se iba adaptando al guión.

Pellegrini pudo contar esta vez con Agüero y Milner, dos bazas ofensivas ausentes en el partido de ida y dejó en la recámara a Negredo y Navas. El Kun, totalmente anulado por Mascherano en la primera mitad, acabó siendo sustituido por Dzeko al descanso. Milner, en cambio, encontró su sitio en la banda izquierda, fijando la marca de Alves y asociándose con Silva para sembrar casi todo el peligro en los primeros 45 minutos.

Un remate de primeras desviado del propio Milner, tras un balón puesto por Kolarov, otro alto de Silva y un tiro inocente de Nasri que Valdés atajó sin problemas, tras una espectacular asistencia de espuela del punta canario, fue lo más destacable del City en la primera parte.

El Barcelona, que llegó más cuando peor jugó, tuvo mejores oportunidades para marcharse al descanso por delante en el marcador, como un remate a bocajarro de Xavi y dos disparos de Neymar, uno que besó el exterior de la red y otro que Fernandinho sacó bajo palos. El propio Neymar había marcado a portería vacía mediada el primedr tiempo, pero el árbitro había anulado la jugada por un fuera de juego inexistente de Alba.

El partido se rompió tras la reanudación. Dzeko, ingresado por Agüero, puso en serios apuros a Valdés con un disparo seco y un cabezazo que obligó a volar al meta. Zabaleta, en un rechace, tuvo la tercera de los británicos en menos de cinco minutos. Messi, en jugada personal, replicaba estrellando un balón al palo antes de liquidar la eliminatoria con el 1-0 en el minuto 67. Los goles de Kompany, en el último minuto, y de Alves, en el descuento, fueron anecdóticos.