Leo Messi, la estrella argentina del Barça que tantas comparaciones ha sufrido y seguirá sufriendo con Diego Armando Maradona, se ha despedido también de la leyenda futbolística de su país.

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"El Diego es eterno. Me quedo con todos los momentos lindos vividos con él", ha afirmado Messi en las redes sociales. Esos momentos "lindos" empezaron cuando Diego y Leo coincidieron en la selección argentina.

essi no daba pie con bola con la selección albiceleste. Había malestar en los hinchas. La mancomunión pudo darse al fin en el Mundial de Sudáfrica-2010. "Prepárate Leo, vas a salir de capitán", le dijo Maradona a un Messi de 22 años, antes del partido con Grecia, por la fase de grupos. El rosarino se quedó mudo, sorprendido y sonriente.

Maradona, el ídolo eterno fallecido este miércoles de un paro cardíaco a los 60 años, había decidido rotar la capitanía. Messi estaba feliz pero preocupado. "¿Y que tengo que hacer o decir?", le preguntó al experimentado Juan 'Brujita' Verón. "Te vamos ayudar", le contestó.

Y lo ayudaron. En la charla antes de salir a la cancha, Messi dudó en el momento de la arenga. "Me trabé", confesó con una sonrisa. Sus compañeros le dieron aliento y esa noche el atacante "la rompió". Ganaron 2-0.

SIN LIDERAZGO

Aquel pase de brazalete fue más que un acto formal. Messi todavía no tenía el liderazgo.

Los hinchas repetían como una letanía: "No canta el himno", "no corre", "se queda mirando el piso", "no siente la camiseta" y "juega mejor en Barcelona", entre otras disquisiciones de tribuna.

Lo que no funcionaba empezó a funcionar. Desde el arranque, Maradona logró que Messi se compenetrara. Fue como un segundo bautismo con la albiceleste. "Yo viví su época como técnico de la Selección y la verdad que lo disfrutaba mucho, lo vivía al máximo", recordaba Messi.

Messi se entendió de maravillas en Sudáfrica con Gonzalo Higuaín, Carlos Tevez, Maxi Rodríguez, Ángel Di María. El equipo estaba encendido y venció a Nigeria (1-0), a Corea del Sur (4-1) y a México, en octavos de final (3-1).

Pero Maradona tuvo que dejar el puesto después de la dolorosa derrota ante Alemania (4-0) en cuartos de final. Las paradojas impensadas del fútbol dejan raras estadísticas. Messi no hizo goles en Sudáfrica, pero comenzó a ser el hombre clave.

¿QUIÉN FUE MEJOR?

En las odiosas comparaciones, Maradona, será el prócer eterno de la Selección. Messi, el ídolo del siglo XXI, lo supera en goles en la Selección: 70 contra 34. Su deuda es que no logró título alguno con la selección mayor, como el nacido en Villa Fiorito, que ganó el Mundial México-1986.

Sin Maradona como seleccionador, volvieron los problemas para Messi. "No tiene con quién jugar. Nadie se mueve para recibir el pase", dijo una vez Ricardo Bochini, multicampeón en Independiente y el jugador que más admiró un joven Maradona cuando veía los partidos en las tribunas.

Se los ha tratado de comparar pero es inútil, vivieron tiempos muy diferentes. El fútbol cambió. La presión y la velocidad de juego de hoy se han multiplicado.

La pregunta igual anda dando vueltas: Dijo Pelé: "Para mí, Maradona fue uno de los mejores jugadores que ha habido. ¿Fue mejor que Messi? Fue mucho mejor". Otra opinión de peso es la del sueco Zlatan Ibrahimovic: "Maradona ganó la Copa del Mundo y para mí es el mejor de la historia. Pero Messi ganó mucho más que él".

Messi ganó todo lo posible en Barcelona y cuando no celebró, en 2020 estuvo a punto de marcharse del club catalán. Batió récords hasta el cansancio. Maradona jugó 58 partidos con la camiseta del Barça y marcó 38 goles. Ganó una Copa del Rey, una Copa de la Liga y una Supercopa de España. Se marchó luego de discusiones de pasillo y una oferta de Nápoles que no pudo ni quiso rechazar.

Después vinieron los celos de Maradona. "No endiosemos más a nadie", lo criticó el exBoca.

Lo cierto es que son eternos dueños de la pelota y de la 10. Uno pasó a la historia como el D10S de la selección argentina y el otro un rey albiceleste sin corona.