El Barça confirmó ayer las malas noticias que se filtraron después de la derrota de Argentina en el amistoso frente a Venezuela disputado en Madrid: Lionel Messi recayó de la lesión de pubis que venía arrastrando en las últimas semanas y regresó a Barcelona para someterse a una revisión médica, lo que hizo saltar las alarmas. En los próximos días se determinará el alcance real de las molestias y si estas le impedirán estar a punto para disputar el derbi frente al RCD Espanyol del próximo sábado en el Camp Nou.

La vuelta de Messi a la selección después de ocho meses de ausencia no resultó como se esperaba. No jugaba desde junio pasado cuando perdió contra Francia en el Mundial de Rusia y aunque el astro argentino disputó los 90 minutos, su regreso no cambió la dinámica de un equipo que abre una nueva etapa con Lionel Scaloni en el banquillo pero que sigue desnortado y sufrió una dolorosa derrota por 3-1.

Mucho peor que el resultado fue la recaída del delantero del Barcelona, que tuvo algunos destellos a nivel individual, pero no consiguió cambiar la imagen colectiva de Argentina, superada por el entusiasmo de su rival. Fue al acabar el encuentro cuando la federación argentina anunció que Messi sufre «una reagudización de dolor pubiano bilateral» y que será baja en el partido que la albiceleste tiene previsto disputar en Tánger ante Marruecos el martes. No fue el único lesionado. Argentina tampoco podrá contar para esta segunda cita con Gonzalo Martínez. Por lo tanto, Scaloni dará paso a Dybala y Matías Suárez.

En las últimas ocasiones con doble cita, el delantero siempre ha aparecido en el primer encuentro y se ha ausentado en el segundo. Sucedió en la etapa de Sampaoli, cuando actuó ante Brasil y no con Singapur. Y pasó también la gira por Rusia, en noviembre del 2017, cuando fue titular contra la selección rusa en Moscú y causó baja en el partido frente a Nigeria en Krasnodar.