Leo Messi se ha cansado. Y se ha cansado tanto que ha ordenado paralizar su renovación, según ha anunciado Manu Carreño en 'El Larguero' de la Cadena SER. No solo ha decidido parar las conversaciones, que ya habían comenzado para sellar su continuidad, sino que también está dispuesto a marcharse cuando expire su contrato el próximo 30 de junio del 2021.

Se hartó Messi de que se le atribuyan todo tipo de decisiones deportivas sobre el club y no quiere ser un problema para el Barça. Habían iniciado contactos para ampliar su contrato, pero el desarrollo de los últimos acontecimientos ha provocado ese cambio de actitud del astro, hastiado de las permanentes filtraciones que surgen desde el interior del club.

MENSAJE A BARTOMEU

Tiene la estrella 33 años, recién cumplidos, pero no quiere seguir en estas condiciones. De ahí, que haya dado orden a Jorge Messi, su padre, de paralizar la línea de diálogo con el presidente Josep Maria Bartomeu, a quien lanza un mensaje contundente. No desea seguir en estas condiciones y, como ha demostrado en los últimos años, pretende continuar siendo dueño de su futuro.

La decadencia del equipo, unido a la política deportiva errática que ha ido adoptando la junta de Bartomeu, han precipitado esa decisión de no querer avanzar en su renovación. No solo eso. Se ha plantado, según la SER, y su idea ahora es irse el 30 de junio del 2021.

En ese aspecto, Messi ya puso una fecha límite para renovar su contrato hasta el 2020. Esa fecha era el pasado 31 de mayo, pero la aparición de la pandemia acabó retrasando su decisión dejando claro que no tenía un buen feeling con esta junta. "No sé lo que va a pasar. Él está en esta Liga y queremos que los mejores estén aquí", ha declarado Zidane, el técnico del Madrid, sorprendido por la noticia del posible adiós de Messi del Camp Nou.

El astro, que estaba negociando un contrato de un año con opción a uno más, no quiere ponerse en manos de la directiva de Bartomeu. Está obligado el dirigente a tener que reaccionar ante una noticia que le coloca en una delicada situación si no quiere pasar a la historia como el presidente que permitió la marcha de Messi.