Un agónico gol de Leo Messi le dio a Argentina el triunfo ante Irán y también la clasificación para octavos de final. En una desconcertante actuación, al equipo sudamericano no le funcionó el esquema ofensivo con los 4 fantásticos. Solo Messi pudo rescatar a su selección con un disparo en el minuto 91. Con un ambiente excepcional con más de 35.000 simpatizantes argentinos, la selección albiceleste volvió a completar un partido gris. El primer tiempo comenzó con complicaciones para la delantera del equipo de Sabella, tras dos remates de cabeza de Jalal Hosseini. Los iraníes se cerraban con orden atrás y Argentina no conseguía llegar a zonas cercanas a la portería rival.

Las combinaciones por la izquierda de Rojo, Di María y Agüero no encontraban profundidad ni tampoco la definición necesaria para vulnerar el cerco al área rival. En el minuto 13, la selección albiceleste tuvo su situación más clara con un pase en profundidad de Di María para Higuaín, cuyo remate fue desbaratado por el portero Haghighi. El mediocampo iraní no dejó moverse con tranquilidad a Argentina, que dominaba el balón pero no tenía profundidad. Esa sensación se transformó en el segundo tiempo en angustia, ante la imposibilidad para abrir el marcador. A ello se sumó el atrevimiento de los iraníes, que empezaron a creerse que podían ganar. Cuando el histórico empate de Irán parecía sellado, Messi recibió una pelota en el borde del área y con un remate espléndido consiguió marcar en un mal partido de Argentina.