Hace poco más de dos meses hablar de ganar en Mestalla era dar paso a la palabra heroicidad o, como mínimo, pensar en un partido casi perfecto ante el vigente campeón de Liga y Copa de la UEFA. En ese momento lo logró el Zaragoza (1-3), que remontó en el campo valencianista la ventaja que los ches habían logrado en La Romareda para alzar la Supercopa. Este sábado (20.00 horas), el momento de visitar el feudo levantino es mucho más propicio, con el equipo de Ranieri convertido en un polvorín tras nueve partidos sin ganar y con la palabra crisis resonando con fuerza. "Es el mejor momento para jugar allí. Ellos están mal y nosotros llegamos con la confianza del buen partido en el Calderón", dijo Oscar, en una idea compartida por la plantilla.

El estado de ansiedad valencianista va a condicionar y mucho el partido del sábado. Los jugadores zaragocistas son conscientes de que los nervios de la hinchada che van a estar a flor de piel y que los silbidos se empezarán a escuchar a poco que las cosas no vayan bien. Pero no sólo hay nervios en los aficionados, también en un equipo que ha perdido la confianza después de convertirse en los últimos tiempos en una máquina perfecta. Ahora, a ese reloj de precisión le han salido muchas vías de agua y es obvio que la seguridad en sus posibilidades no sobra en el actual Valencia.

Un buen ejemplo se vivió en el último partido en Mestalla, frente al Atlético. Tras adelantarse en el marcador con un gol de Angulo todo el equipo levantino hablaba entre sí mandándose mensajes de ánimo y de calma para mantener como fuera ese resultado. No lo lograron, ya que una acción aislada de Fernando Torres dejó en tablas el marcador (1-1).

Así, si el Valencia empezó el curso ganando en casa al Villarreal (2-1), Real (3-1) y Racing (2-0) en Liga, además de al Anderlecht (2-0) en la Champions, ahora suma tres partidos consecutivos sin victoria, frente al Inter (1-5) en Europa, y Sevilla (1-2) y Atlético en el torneo doméstico.

Tampoco es que los números del Zaragoza a domicilio inviten a muchas esperanzas, aunque sí la reacción del equipo aragonés ante el Atlético en el Calderón, donde firmó su mejor salida del curso --Supercopa aparte-- con un encuentro completo, en el que sólo faltó la victoria (1-1). Ese empate, el logrado en Málaga (0-0) y la victoria en Olomouc ante el Sigma (2-3) en UEFA son los únicos datos positivos como foráneo de un equipo que suma cinco derrotas --Bar§a (4-1), Racing (1-0), Villarreal (2-0) en Liga, Nástic (2-1) en Copa, y FK Austria (1-0) en Europa-- con malas imágenes de por medio.

HORA DE CAMBIAR La hora de cambiar definitivamente de rumbo como viajeros tras esa mejoría en el Manzanares llega en Mestalla. Nadie habla de una salida fácil ni de un rival asequible, pero en la plantilla son conscientes de que será difícil tener una ocasión tan buena para llevarse tres puntos que darían el salto de calidad que algunos, como Movilla, ya han pedido.