Qué bonito fue para una entidad como el Ebro reunir a miles de zaragozanos en La Romareda para jugar ante todo un Valencia, un histórico, un equipo centenario, títulos y solera. Precioso fue que el estadio ché reconociera los 180 minutos de eliminatoria que realizó el equipo arlequinado. Ofreció dos ovaciones a los de Manolo González, que dijo tras el partido que «hemos dado buena imagen». No le falta razón. Y hablar de Mestalla es hacerlo de exigencia, pero también de nobleza, lo que da buena muestra de lo hecho por los aragoneses.

Fue en los dos primeros cambios del Ebro. Mestalla aplaudió en señal de respeto a un rival que, a pesar de ser de Segunda B, de estar peleando por no bajar a Tercera y de tener la humildad como principal seña de identidad, volvió a competir y a dejar una buena imagen en un estadio tan imponente como es el del Valencia. Y el rival, por recordarlo, acaba de ser eliminado de la Champions. Y no fueron tres aplausos porque el último cambió coincidió con el de la perla surcoreana Kang In. Gesto de honestidad.

No hubo lugar a la remontada, una empresa demasiado difícil para el Ebro entre el resultado de la ida y la entidad del Valencia, pero que le quiten lo bailado a los arlequinados. Compitieron, lucharon, pudieron marcar en dos ocasiones muy claras y consiguieron desesperar a la afición valencianista en muchos compases del encuentro. Tanto que el equipo de Marcelino se llevó varias sonoras pitadas. Demérito ché, tanto como virtud del Ebro.

El Valencia, como en La Romareda, jugó un partido pesado, lento y a medio gas, lo que desesperó a la grada. No ayudó el sistema de cinco defensas y tres centrocampistas que planteó Manolo González. Los zaragozanos se juntaron, achicaron espacios e impidieron que los levantinos generasen ni el más mínimo peligro desde dentro del área.

UN ÚNICO ERROR

A los diez minutos, el joven Kang In, que apunta a jugadorazo, probó desde lejos, pero alto. Kondogbia avisó primero con un tiro al segundo anfiteatro y después ajustó más, pero aun así su rosca se fue desviada. Fue la más peligrosa del primer acto de los locales.

Poco tuvo el balón el Ebro, pero cuando lo hizo trianguló con criterio y pausa, aunque le costó horrores inquietar a Jaume más allá del balón parado. Así hasta que Gerrit, desde 30 metros, se sacó un zurdazo que iba directo a la escuadra. Jaume, a mano cambiada, se lució. Pudo ser el gol que hiciera creer de verdad al conjunto de La Almozara que podía batir al poderoso Valencia.

El paso por el vestuario, con la consiguiente bronca de la afición local a su equipo, desperezó al cuadro de Marcelino. Subió líneas, aumentó la presión defensiva para ahogar a los aragoneses y le metió una marcha más al juego de ataque.

Racic siguió percutiendo desde la frontal, lo mismo que Ferran tras una diagonal, pero como el plan no le funcionaba al Valencia, el camino estaba en las bandas. De ahí, de un centro de Lato y en el único error de todo el partido del Ebro, llegó el tanto ché. Batshuayi, solo en la frontal del área pequeña, remató a placer de cabeza y puso el 1-0.

El tanto liberó a los dos equipos. Para unos fue un alivio y, para los otros, un incentivo para seguir dejando buena imagen. Raúl González cabeceó forzado minutos antes de que Mainz, recién ingresado en el partido, rematase a bocajarro ante Jaume en el área pequeña en la mejor ocasión de todo el partido del equipo zaragozano. El portero volvió a salvar la victoria valencianista. El Ebro no logró el milagro, pero dejó dos partidos llenos de orgullo, de lucha y de fe a pesar de la diferencia con el Valencia. Mestalla se rindió al coraje arlequinado.

Valencia 1

Ebro 0

-Gol: 1-0, m.58: Batshuayi.

-Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro). Mostró la cartulina amarilla a Gerrit, del Ebro.

-Incidencias: 23.232 espectadores en Mestalla.

-Valencia: Jaume Doménech, Lato, Diakhaby, Vezo, Piccini, Kondogbia, Racic (Parejo, m.68), Kang In (Álex Blanco, m.76), Ferran Torres, Gameiro (Cheryshev, m.64) y Batshuayi.

-Ebro: Salva, Teo Tirado, Luca Ferrone, Michele Diana, Jon Ander, Gerrit, Dani Martínez (Javi Cabezas, m.60), Sandro Toscano, Raúl González (Rodrigo, m.70), Sergio Cortés (Mainz, m.76) y Víctor García.