Más sobre su futuro que sobre el partido. De eso versó la rueda de prensa previa antes de viajar a Alcoy para la segunda ronda de la Copa del Rey. La plantilla, como quedó claro con las palabras del capitán Jorge Pulido el día anterior, sigue estando con él: «Vivo, en el día a día, este apoyo que recibo por parte del vestuario. La mejor manera de sentirse entrenador es la reciprocidad que hay con los jugadores. Noto que ellos me consideran que soy buen entrenador, y eso es lo que más me importa», indicó Míchel.

Tras la derrota ante el Barcelona, el madrileño mostró su deseo de quedarse en Huesca y reconoció la debilidad de su continuidad por los resultados. «Hay muchas personas que aprecian que sea alguien sincero y muestre lo que sufrimos los entrenadores. Sigo en este puesto y solo me fijo en el siguiente partido. Ahora mismo, la cita más importante es la de Alcoy. Estoy fuerte y con muchas ganas de seguir», afirmó el entrenador. Además, reconoció que piensa hacer algún cambio táctico en Alcoy y que intercalará suplentes con titulares habituales. «Queremos pasar con una victoria que necesitamos. Defendemos el escudo con orgullo y eso se tiene que demostrar», cerró. La siguiente cita en la Liga será el lunes en casa con el Betis.