La Volta tenía a un 'Caníbal' (Eddy Merckx), a un 'Diablo' (Claudio Chiappucci), a una 'Bala' (Alejandro Valverde) y hasta un 'Purito' (Joaquim Rodríguez). Pero le faltaba el nombre de un 'Superman' (Miguel Ángel López) entre el selecto grupo de ganadores de una prueba que el año que viene llegará a las 100 ediciones. Con ahínco, con sangre fría y con una dosis estelar de táctica ciclista pudo el corredor colombiano, uno más en la maravillosa escuela de 'pedalistas' del país sudamericano, controlar un furibundo ataque de Adam Yates, segundo de la general, para adjudicarse el triunfo en la ronda catalana después de una vibrante y apasionante etapa final, en Montjuïc, marcada desgraciadamente por las caídas.

López, o 'Superman', según se prefiera, tiene a los 25 años un futuro inmenso en el deporte de las dos ruedas sin motor. En Cataluña ganó su primera gran prueba World Tour, el circuito que agrupa a las principales citas ciclistas del año, después de triunfar, en febrero, en la ronda colombiana, seguramente con la misma pasión, entre los aficionados, como la de centenares de colombianos que prácticamente ocuparon las mejores plazas en la meta de la etapa final de la ronda catalana, en Barcelona, que ganó Davide Formolo, ciclista italiano, en solitario.

Y tiene un gran futuro porque no es un corredor que se arruga o se asusta ante las adversidades. No lo hizo en Barcelona cuando atacó no uno sino dos hermanos Yates, en una fuga para ganar la carrera que podría haber triunfado si Simon, el ganador de la Vuelta, hubiera tenido más fuerzas. Pero todavía está en fase de rodaje y no andaba tan fino como su gemelo Adam. Mientras hubo dos Yates al ataque, el Astana de López pasó por problemas. Cuando el ciclista inglés se quedó solo, 'Superman' ya pudo volar sin obstáculos hacia su triunfo en Cataluña.

Él no se arruga ante nada. No lo hizo cuando solo era un chaval de 17 años, que apenas hacía unos meses había descubierto el ciclismo como deporte. Estaba entrenando por los alrededores de Pesca, una ciudad de Boyacá, la región colombiana que nunca olvidará el Mundial de 1995 marcado por los genios de Abraham Olano y Miguel Induráin. Corría el año 2011 y dos ladrones pretendieron robarle la bici. No sabían con quién se enfrentaban. López se defendió con uñas y dientes. Salvó la bicicleta pero no se libró de dos puñaladas en la pierna derecha.

CON EL APODO A CUESTAS

Apenas unas semanas más tarde, todavía con las heridas frescas, López se volvió a subir a la bici para disputar la Vuelta al Porvenir de Colombia, donde crecen los futuros astros de su país. Atacó en la etapa reina y el narrador que retransmitía la carrera enloqueció de placer, conocedor del trance por el que López había pasado. "¡Es 'Superman'!". Y Con 'Superman' se quedó. Con este apodo lo conocen en el pelotón y hasta presume de mote en las redes sociales.

Con dos podios (Giro y Vuelta) en su palmarés, ambos el año pasado y en la tercera plaza, descubierto para Europa por Vicente Belda, López sabe desde este domingo lo que se siente al ganar una prueba frente a buena parte de la flor y nata del pelotón mundial y, sobre todo, empezar a obtener buena nota en el máster de ciclista profesional; de los buenos, de los que aspiran a cualquier hazaña, sobre todo si no hay contrarrelojes (su punto más débil) en el guion de las carreras.

LOS ATAQUES DE BARCELONA

En Barcelona supo estar en su sitio. No quiso enloquecer con el ataque de Yates pero tampoco se inquietó con uno previo de Nario Quintana y otro al final de Egan Bernal, que lo acompañó, con Yates, en el podio de la Volta. "Siempre tuve mucha fe en mí mismo. Estuve muy bien respaldado por mi equipo. Cuando Yates se quedó solo ya vi que era complicado que pudiera derrotarme".

Todo controlado. Espectáculo en Montjuïc y 'Superman' en acción. Lástima de una caída masiva que terminó, entre otros, con Romain Bardet en el hospital y Marc Soler fuera de carrera. El ciclista francés podría sufrir una fractura de costilla que enturbiará, de confirmarse, su preparación para el Tour.