Los Angeles Angels y el dos veces jugador más valioso Mike Trout anunciaron ayer un contrato de renovación de 12 años que destaca por ser el más fabuloso, no solo de la historia del béisbol, sino de todo el deporte. "He disfrutado hasta ahora mi etapa como Angel y espero seguir representando a la organización, a mis compañeros de equipo y a nuestros seguidores en los próximos años", dijo escuetamente.

No se corresponde esa sobriedad con el tamaño del acuerdo. El nuevo contrato alcanza la impresionante cifra de 426.5 millones de dólares (unos 380 millones de euros), aunque repartidos en 12 años. Un futuro asegurado como nadie. Trout, de 27 años, batea como los ángeles, y nunca mejor dicho, y recoge las bolas caída del cielo con precisión, pero su equipo, asentado en Anaheim, dista mucho de ser un equipo campeón.

Trout no tiene la fama de Lebron James de la NBA o Tom Brady de la NFL, y por su forma de ser, más recogida y tímida, no le inquieta nada esta ausencia del reconocimiento global que tienen otras estrellas como las dos mentadas o las de fútbol, como Messi o Cristiano. Ni siquiera es aficionado a la auto propaganda a través de las redes sociales.

El contrato de Trout supera el firmado por Bryce Harper (13 años, a razón de 330 millones con los Phillies de Filadelfia de béisbol) y en promedio anual supera al lanzador de los Diamondbacks de Arizona, Zack Greinke, que gana 34.4 millones de dólares (por los 35,8 de Trout). También supera en cuanto montante global a los 365 firmados por el boxeador Canelo Álvarez con la plataforma DAZN.

Para entender este espectacular contrato hay que tener en cuenta que el béisbol, a diferencia de la NFL o la NBA, no tiene límites salariales y cualquier franquicia puede firmar a cualquier jugador por la cantidad y los años que desee.