Mikel Rico, en el inicio de su tercera etapa como jugador de la Sociedad Deportiva Huesca, señaló ayer en su presentación que para él lo más importante es el trabajo que va a ofrecer al equipo. El centrocampista, de 34 años, también señaló que ahora es un jugador muy diferente al que se fue hace nueve temporadas del club oscense con destino Granada por la experiencia que ha cogido estos años, principalmente en el Athletic de Bilbao en Primera División.

«Mi objetivo es trabajar, trabajar y trabajar», aseguró el mediocentro vizcaíno a la vez que recordó la dificultad que entraña el ascenso para cualquier equipo porque hay «dieciocho equipos» que se refuerzan pensando «en el ascenso y luego sólo tres lo consiguen». En su opinión, una de las cuestiones más importantes es «hacer una plantilla competitiva y trabajar con humildad» para poder alcanzar el objetivo que todos desean.

Rico calificó su regreso al Huesca como «muy sencillo» porque, según explicó, «las dos partes teníamos interés y aunque ya estaba hablado desde hace tiempo hemos dejado pasar los días, pero no por la operación Oikos porque los futbolistas y el club estamos al margen de eso y estamos muy tranquilos». Tras el acuerdo al que hizo referencia entre ambas partes, el vasco comentó que antes de que se hiciera oficial aprovechó para «descansar y estar con mi familia».

Mikel Rico afirmó que a la pretemporada llega «físicamente muy fuerte» y que se encuentra «muy bien», a la vez que recordó que «cuando eres veterano y cuentas con más experiencia tienes en cuenta cosas que antes de joven no las veías». El jugador no se salió de su discurso, similar al tipo de fútbol que siempre ha desarrollado en su carrera. «Vengo a intentar dar lo máximo y voy a aportar trabajo y más trabajo y luego que el míster decida si tengo que jugar y dónde juego. A mí no me pesa la responsabilidad de tener que tirar del carro igual que tampoco le pesará a otros veteranos del equipo», concluyó.

A su lado estuvo Rubén García, director deportivo del conjunto azulgana, que reconoció el interés por el fichaje del central uruguayo Marcelo Silva, ex del Real Zaragoza, así como las negociaciones para incorporar a Jaime Seoane, centrocampista de 22 años del filial del Real Madrid.