Solamente un milagro podía resucitar la Vuelta Ciclista a Aragón, finiquitada hace trece años, tras la marcha de Unipublic de la responsabilidad organizativa y la imposibilidad de mantener el estatus tanto económico como deportivo por parte del propietario, el Club Ciclista Iberia. En ese intervalo que va desde la victoria de Rubén Plaza hasta el corte de la cinta que tendrá lugar en Teruel el 11 de mayo, nadie ha osado a enfrentarse al reto de resucitar este evento deportivo salvo Luis Marquina, el presidente la Federación Aragonesa que, poco a poco, paso a paso, ha ido tejiendo la difícil malla burocrática, organizativa y económica que se necesita para poner sobre el asfalto a veinte equipos de talla internacional. Nadie se imagina el esfuerzo que esto supone. Marquina invitó a sumarse al proyecto a todo el ciclismo aragonés. Quien realmente ha querido estar, está. Quien no ha querido, no está. Marquina no ha cerrado la puerta a nadie. Ahora bien, tampoco ha sido tan imprudente como para regalar un proceso de dos años de trabajo en base a unos solicitados derechos históricos sobre la prueba, no complementados con el debido potencial organizativo y económico del solicitante, pues al fin y al cabo, en ciclismo, como en cualquier deporte profesional el poder lo marca el dinero y si no aportas nada, nada puedes exigir.

Estamos ante una resurrección ciclista experimental, semiprofesionalizada, ya que junto a apartados de alta especialización como lo referente a televisión, hay un gran núcleo de voluntarios que permiten abaratar el producto con una labor abnegada que solo los auténticos amantes del deporte son capaces de ejecutar. En el equipo de Marquina no hay rincones oscuros, el presupuesto se ha publicado desde el primer momento, 400.000 euros, de los cuales un tercio son para el apartado de televisión, un lógico empeño de Turismo de Aragón si quiere hacer de este evento un soporte para exportar la comunidad al resto del mundo.

En realidad una cantidad rídicula en relación con los impactos que va a tener la carrera a nivel internacional. La Vuelta Aragón vuelve, una extraordinaria noticia. Lo sería mayor si volviesen la Zaragoza-Sabiñánigo, la Aragón-Bearn, la Semana Aragonesa… Maravillosos proyectos también que por diversas razones fueron desapareciendo.