En la localidad monegrina de Lanaja son especialistas en rizar en rizo. En 1950 se celebró un reto entre corredores y un tractor. La tradición continuó los 19 años siguientes enfrentando a un caballo contra atletas. Hubo ediciones en las que se contó con bicicletas de montaña e incluso compitió algún atleta ciego. Los más habitual ha sido el duelo a cara de perro entre hombres contra el animal.

Pero este año los organizadores quisieron dar un giro de tuerca. En la vigésima edición se enfrentarían dos caballos frente a tres atletas masculinos y tres femeninos. Rayo es un caballo cruzado de 13 años montado por Sergio Alayeto, mientras que Pachi es un mestizo alazán de 16 años que estaba conducido por la jacetana Adriana Rodríguez.

Entre los seis atletas había de todo como en un cajón de sastre. Una atleta completa como Anaís Cazo, tres puras sangre del medio fondo como Erika Torner, Blanca Sayas y César Larrosa, el cazador de primas de Arándiga Dani Fuentes y un especialista de carreras de montaña como Alberto Susín.

En la tarde de ayer se asistió a al pequeño milagro de las fiestas de San Mateo. Pese al escaso presupuesto y unos premios rácanos para los atletas se vivió un magnífico espectáculo de una joya del deporte rural aragonés. Los aficionados calentaron motores asistiendo al partido de fútbol entre el equipo local y el Estadilla. Después llegó la pollerada. Los atletas debieron dar 30 largas vueltas a un circuito elíptico de tierra marcado con cal. En la prueba masculina ganó el favorito, el marroquí Abderrahim El Jaafari a Walid Zbiba y en mujeres un valor de las combinadas aragonesas como Alba Hernández.

Y después llegó el acto estrella de las fiestas. Era el Desafío Mujeres-Caballos-Hombres. Todo el circuito ovalado se llenó de público. Unas mil personas asistieron a la corrida. Como siempre animó la carrera por la megafonía Celedonio García, alma máter del pedestrismo aragonés. Antes se vivió un emotivo homenaje a Armando Borraz, el alcalde de Lanaja y presidente de la Sociedad Deportiva Huesca y que murió hace pocos meses. Todos los atletas, familiares, amigos y reinas de las fiestas se agruparon en una foto.

Y llegó el momento esperado. A los caballos y los atletas les esperaban 12 vueltas totalizando 3.000 metros. Comenzó Anaís Cazo, que le pasó el testigo a Alberto Susín. Eran relevos de media vuelta mientras los caballos hacían tres giros seguidos. Fue la edición más igualada de la historia. La amazona se equivocó en la vuelta ocho y Erika Torner cogió una importante ventaja. En la última curva que llevaba al final Dani Fuentes iba en cabeza y soñó con el triunfo. Pero el cambio de ritmo de Rayo fulminó al potente chico de Arándiga. Habrá que esperar a otro año para que se repita la hazaña.