Todavía no está construido el nuevo estadio del fútbol base del Barcelona en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, pero llevará el nombre de Johan Cruyff. Nunca más será el Miniestadi. Será a partir del 2018, cuando estén acabadas las obras, el Estadi Johan Cruyff. Tampoco se sabe aún en qué zona del nuevo Espai Barça que acogerá la profunda remodelación del Camp Nou se levantará una estatua conmemorativa de la figura del holandés, el técnico que «cambió la historia y la mentalidad del club porque nos convenció de que el mundo es de los innovadores», según confesó ayer el presidente Josep Maria Bartomeu. El Barça, además, pide cambiar el nombre de la Avenida Arístides Maillol por el de Johan Cruyff en esa batería de acciones que emprendió la directiva para homenajear al exjugador y exentrenador, que dotó al club de una singularidad técnica de la que aún, casi 30 años después, sigue disfrutando.

Como recordó Bartomeu, «un año y un día después de su muerte» el Barça divulgó el plan para rendir tributo a Cruyff, esa persona que «rompió todos los esquemas porque fijó las bases del fútbol moderno». Asentado en esos pilares cruyffistas, el club azulgrana ha levantado su grandeza conquistando cinco Copas de Europa, además de establecer, al mismo tiempo, una larga hegemonía en el fútbol mundial. Antes de su llegada, el Barça había ganado 10 Ligas en los primeros 60 años. Tras el aterrizaje del Cruyff entrenador y sus discípulos, ha levantado 14 en los últimos 26 años. «Nos enseñó que nada es invencible y a trabajar sin complejos», comentó Bartomeu.

«Quería agradecer mucho al club la paciencia que ha tenido con la familia», admitió Jordi Cruyff, quien reconoció que necesitaban su «espacio para asimilar» la muerte de su padre, un espacio de tiempo que le proporcionó la junta antes de fijar los acuerdos definitivos. No se bautiza como estadio Johan Cruyff al Camp Nou, algo que sí hizo, por ejemplo, el Ajax de Amsterdam, el club donde comenzó él su carrera como jugador.

200 millones de euros

De esta manera, tal y como estaba previsto en el plan estratégico del nuevo Espai Barça, la directiva se reserva la opción de colocarle un apellido comercial al estadio, que puede reportar cerca de 200 millones. Ni tampoco se ha escogido darle nombre a una tribuna del actual Camp Nou (o futuro) como eligió hace justamente un año el Manchester United para honrar a Bobby Charlton.

La fórmula azulgrana ha sido distinta a la del Ajax y el United, pero, curiosamente, idéntica a la que empleó el Madrid. El club blanco bautizó como estadio Alfredo di Stéfano el campo donde juega el Castilla, filial madridista, en la ciudad deportiva de Valdebebas. No solo lleva su nombre sino que también hay una estatua de la Saeta Rubia presidiendo la entrada del recinto.

Pero, según confesó Jordi Cruyff, la vía elegida por el Barça dejaría feliz a Johan. «Mi padre estaría contento con este acuerdo cariñoso y duradero. Es una serie de cosas que hacen que él estará siempre presente en un club que amaba muchísimo. Hablo en nombre de mi familia, que quede muy claro», apuntó para evitar cualquier recelo sobre el homenaje de la directiva. El estadio que se hará en Sant Joan Despí para 6.000 espectadores tendrá un coste de 12 millones de euros. Llegará en el 2018.