Su figura no para de crecer. Gigantesca ya en la piscina, Mireia Belmonte añadió ayer un nuevo hit en su amplio repertorio al colgarse una medalla de bronce en su primera incursión internacional en una prueba de aguas abiertas, la de los 5 kilómetros.

Es cierto que la superficie plácida del campo de regatas de Grunau, la ausencia de corrientes y el hecho de que las 22 participantes salieran contrarreloj, a intervalos de un minuto, sin posibilidades de luchas a brazo partido y de codazos, benefició a una nadadora proveniente de las piscinas. Pero eso no resta mérito a la supercampeona badalonesa de 23 años, que se empeñó en calentar los Europeos de Berlín con su presencia en esa disciplina, nueva para ella, y completó el triunfal estreno subiendo al tercer peldaño del podio.

Belmonte, que hasta ayer tenía cuatro medallas en Campeonatos de Europa, logró la quinta en el campo de batalla más inesperado. En el parcial de mitad de carrera pasó en cuarta posición, a apenas un segundo de Eva Risztov. En la segunda mitad le sacó ocho segundos a la húngara y se aupó al podio, con un tiempo de 58.41.4 minutos. Delante quedaron Isabelle Harle y Sharon van Rouwendaal.