No está siendo un ciclo fácil para la campeona olímpica Mireia Belmonte. Los problemas físicos y las lesiones están condicionando la preparación de la nadadora badalonesa de 30 años, endureciendo aún más los inconvenientes por el confinamiento. Una tendinitis en el hombro le obligará posiblemente a renunciar al Campeonato de España Open en Sabadell (24 al 28 de marzo) y está limitando su trabajo de preparación para Tokio, en los que serán los cuartos Juegos de su carrera.

Belmonte aseguró su plaza al lograr dos mínimas olímpicas, en los 800 y los 1.500 metros, el pasado mes de diciembre en el Open de Castellón, una cita a la que llegó también justa físicamente a causa de dos hernias inguinales que le obligaron a pasar por el quirófano.

“Estoy en la fase final de la lesión, muchísimo mejor que hace unas pocas semanas. A veces quieres ir muy rápido y hay que tener mucho autocontrol, ir paso a paso”, explicó la nadadora badalonesa de 30 años, que no ha podido participar en la concentración en altura que su grupo de entrenamiento, dirigido por Fred Vergnoux, entrenador jefe de la natación española, realiza en el CAR de Sierra Nevada.

"Quiero más"

La cuádruple medallista olímpica sigue entrenándose en solitario en el CAR de Sant Cugat aunque mantiene una actitud positiva y ve cerca la recuperación de una tendinitis que ya le obligó a renunciar al Mundial de Kazán en el 2015. "Esta lesión es el resultado de muchos años entrenando. No está tan mal como entonces. No hay que operarla ni me impide entrenar, pero es dolorosa y hay que tener cuidado", admitió Belmonte en una charla con periodistas en la inauguración del Santander Work Café, en el Passèig de Gracia, ya que la nadadora es una de las embajadoras del banco.

Belmonte admitió que su objetivo en Tokio es entrar en las seis pruebas que ya nadó en Río y Londres, aunque su ruta hasta la cita olímpica está llena de incertidumbres, empezando por su estado físico. De momento solo tiene las mínimas en los 800 y el 1.500 y su objetivo es conseguirla también en los 200 mariposa, en la que logró el oro en Río, los 200 y 400 estilos y los 400 libre. El problema es que tiene prácticamente descartada su presencia en Sabadell a finales de mes, la segunda de las tres citas para lograr la mínima, y solo le quedará el Europeo de Budapest en mayo. "No sé si iré al Campeonato de España. A ver cómo evoluciono. Me centro más en el Europeo, que es la cita que veo más clara. En Budapest creo que sí podré lograr las mínimas".

Ser abanderada

La nadadora badalonesa mantiene su ilusión por ser la abanderada del equipo español en Tokio (“para mí sería un honor”) y sobre todo por competir. “Es lo más emocionante y de lo que tengo más ganas”, aclaró la campeona olímpica. “Valoro muchísimo lo que conseguí en Rio, pero siempre quiero más y quiero estar arriba”.

Aunque Belmonte cree que aún queda un margen “bastante amplio” para completar la preparación, reconoce que ante la falta de competiciones por la pandemia, no se atreve todavía a hablar de retos en la cita olímpica. “Espero estar en mi mejor versión, pero eso nunca se sabe. Hay que tener los pies en el suelo y ver qué pasa. Primero me toca hacer las mínimas. Solo he competido en crol este año y aún tengo que hacerlo en mariposa y estilos”.

Belmonte dejó claro, eso sí, que no se plantea la cita de Tokio como la de sus despedida. “Para mí seria muy bonito llegar a Paris 2024, son tres años y pasan rápido. Aún no me planteo la retirada. Me lo paso muy bien nadando y no es el momento”.