El comienzo de la temporada, pese a la sequía de victorias, era esperanzador por el juego desplegado, la puesta en escena y las sensaciones, que fueron mucho mejores que los resultados, pero el paso de las jornadas ha dejado a un conjunto azulgrana en alerta roja y ante una misión que se antoja casi imposible, más que nada porque solo un club en la historia de Primera División ha conseguido salvarse en una situación similar a la de los azulgranas, que fue el Real Zaragoza de la 11-12.

Es el único caso de equipo que logró permanecer en la máxima categoría habiendo sacado 12 puntos o menos durante la primera vuelta, la misma situación a la que debe hacer frente el Huesca, que tiene que remontar un déficit que a día de hoy es de seis puntos, una misión muy complicada para el cuerpo técnico encabezado por Pacheta.

Un triunfo en Getafe hubiera permitido ver la salvación menos cuesta arriba y hubiese restaurado parte de la moral perdida. Pero no, el choque en el Coliseum evidenció que el burgalés tiene mucho trabajo por delante para reponer a un equipo que necesita un gran empujón anímico y en juego. Y, sobre todo, competir durante los 90 minutos, hacer un partido redondo, evitar desconexiones y limitar al máximo los fallos defensivos, el gran hándicap de este Huesca.

Aquel Real Zaragoza, en 19 partidos, había conseguido los mismos 12 puntos repartidos en dos victorias, seis empates y once derrotas. Además, era el segundo menos goleador, solo por delante del Granada (14 goles por 12) y también era el más goleado junto al Sporting con 33 tantos encajados.

Sin embargo, el Real Zaragoza tuvo un punto de inflexión en Málaga, donde perdió 5-1 y Manolo Jiménez dejó una de las ruedas de prensa más recordadas, en las que repetía una y otra vez que sentía vergüenza. En el siguiente duelo, el equipo remontó al Villarreal en el descuento y poco a poco se empezó a creer. Al final, cuatro victorias seguidas y salvación con 43 puntos tras conseguir 31 en la segunda vuelta.

A ese clavo se tiene que agarrar el Huesca, a ir poco a poco recuperando la fe y haciéndose fuerte de la mano de Pacheta y los posibles refuerzos de invierno para revertir la situación. Ahora bien, el anterior y único precedente de los oscenses no invita al optimismo. En la 18-19, los azulgranas terminaron la primera vuelta con 11 puntos, uno menos que ahora, y pese a que con Francisco el equipo mejoró, la permanencia fue casi una utopía y finalmente se terminó el sueño ante el Valencia.

Y hay otro dato histórico que tampoco juega a favor del Huesca, ya que ningún equipo que ha llegado al ecuador con un triunfo ha logrado salvarse. No lo hicieron el Celta en la 43-44, ni el Elche en la 70-71, ni el Mallorca en la 83-84, ni el Extremadura en la 96-97, ni el Real Murcia en la 03-04, ni el Xerez en la 10-11 ni Osasuna y Granada en la 16-17. Pero las estadísticas están para romperlas.