Misión cumplida para el Azulejos Moncayo. En su segunda temporada en la Liga Femenina 2, el equipo de Javier Aladrén se ha consolidado terminando en la zona tranquila con su octavo puesto. Un balance equilibrado con 13 triunfos y otras tantas derrotas. Y el plus de ser la mejor defensa de su grupo. «Ha sido un balance enormemente positivo. Tras sufrir el primer año muchísimo, hemos madurado en la categoría. Somos el equipo mejor defensor. El Siglo XXI ha sido un fortín. El pabellón y el público nos impulsaron para conseguir esta hazaña», explica Aladrén. Lo más importante es que «se ha alcanzado con un equipo compuesto por jugadoras de Aragón. Han demostrado que están preparadas para jugar con equipos profesionales», afirma.

Aladrén tenía muy clara cuál tenía que ser la identidad del equipo. «Había que ser muy fuertes atrás. No teníamos tanto talento como otros equipos, ni jugadoras tan grandes o americanas. Hemos decidido hacer el equipo defendiendo y saliendo a correr. La defensa es la base de trabajo, ganas y querer demostrarlo y la verdad es que nos ha salido a la perfección. No es lo más divertido del baloncesto, pero les hemos puesto las cosas muy difíciles a los rivales», explica el técnico zaragozano.

Para Aladrén, los partidos que mejor recuerdo le han dejado fueron los triunfos en su feudo frente al Estudiantes, Leganés y Alcobendas. «Fueron partidos que se decidieron en los últimos instantes con equipos que juegan bien a baloncesto. Son conjuntos profesionales cuyo objetivo es el ascenso». Fuera de casa quedó imborrable en la memoria el partido con el Extremadura. «A mitad del viaje en la primera área de servicio nos robaron en el autobús y se llevaron hasta las fichas. Las jugadoras sacaron fuerzas de flaqueza y salieron a la pista a comerse el mundo. Demostraron una profesionalidad de bandera sin ser profesionales», reconoce.

Nadie cobra un duro en el Azulejos Moncayo y todas son de la casa. «Somos un espejo para que todos los colegios y clubs de Zaragoza que tengan de referencia a este equipo. Nos hemos ganado un respeto a nivel nacional y hemos dejado huella por donde hemos pasado». Un golpe fue la lesión en la rodilla de Beatriz Royo a principio del curso. «Nadie se lamentó que no estuviera y las jugadoras dieron un paso adelante». Las referentes del equipo fueron Eva Lacort, Patricia Vicente y Bea Bollullo. Pero Aladrén prefiere no personalizar. «No destacaría a una jugadora, sino el equipo y el trabajo», reconoce.

Este año no ha habido ninguna colaboración con el Stadium Casablanca. «Nos hemos hecho fuertes en nuestra filosofía de trabajo y hemos sacado esto adelante con una nota de más de sobresaliente. Nosotros somos los que damos realmente salidas a las aragonesas», finaliza Aladrén.