El Casademont Zaragoza se agarró al partido con uñas y dientes, le hizo cosquillas al Barça, que no respiró tranquilo hasta los últimos dos minutos del choque, pero no pudo discutirle el triunfo a los azulgranas (107-88). El equipo aragonés fue valiente porque salió a buscar el triunfo de la única manera que sabe, atacando y atacando, pero por ahí se vio superado por un altamente eficaz Barcelona, que también le aventajó en defensa en algunos tramos del choque. No fue la peor manera de perder en el Palau pero tampoco una que pueda dejar plenamente satisfecho al equipo aragonés.

El Casademont sufre mucho en defensa. Es su talón de Aquiles y lo compensa con un enorme caudal ofensivo. Su capacidad para anotar más de 80 o 90 puntos por partido es una virtud que le ha permitido ganar muchos días sin necesidad de sobresalir atrás. Pero contra un equipo como el Barcelona, que calidad y puntos tiene por arrobas, es mucho, mucho más complicado llevar esa táctica a buen puerto. El equipo aragonés hubiera necesitado un nivel de acierto como el que exhibió en el primer cuarto: un 70% en tiros de dos y un 66% de tres. Pero eso se le acabó en cuanto la defensa de Jasikevicius le trabó.

El inicio de partido fue espectacular, con un ritmo elevadísimo y un nivel de anotación magnífico por ambos conjuntos que dejó un 26-26 al término de los primeros diez minutos. Las cartas estaban sobre la mesa y quedaba claro cuál era el órdago del Casademont. El Barça podía superarle con esa mano, pero tendría que sudar y trabajar muy mucho para hacerlo. Y así fue. Los azulgranas tuvieron que emplearse mucho más en defensa hasta el final (aunque las faltas caían casi siempre del lado aragonés y los tiros libres, del local; 27 lanzó el Barça por los 12 del Casademont) para frenar a los aragoneses.

Fue poco a poco pero constante. La defensa local iba trabando cada vez más el ataque aragonés, que ya no siempre era tan vertiginoso, con sus diagonales e inversiones, ni efectivo como en el primer cuarto. La presión azulgrana fue provocando los fallos del Casademont, bien en forma de pérdidas, bien en ataques no culminados que después castigaban en la otra zona. El acierto local mantuvo un tono bastante alto durante toda la noche.

Así fue el Barcelona dominando el electrónico con diferencias que iban oscilando pero que no podían considerarse como una ruptura del partido. Porque el Casademont se agarró con todo lo que tenía. Hiizo lo único que podía hacer, intentar apretar atrás para que el Barça redujera su ritmo anotador. Lo consiguió al inicio del tercer cuarto, cuando provocó alguna pérdida local y pudo correr a campo abierto, como más le gusta, para volver a ponerse a tres puntos (63-60) a quince minutos del final, para enfado de Jasikevicius, Los suyos tenían que seguir trabajando, y mucho, para llevarse el partido.

Fue así hasta el final, con el Casademont negándose a soltarse del partido por mucho que la diferencia se fuera por encima de los diez puntos en un momento. A cinco minutos estaba a nueve puntos pero ya fue imposible. Al equipo aragonés no le daba para alcanzar a un rival que tuvo en Davies y Hanga a sus jugadores más productivos, aunque otros como Mirotic o Bolmaro también crearon problemas a los aragoneses. El partido se rompió definitivamente en los últimos tres minutos, cuando la diferencia superó incluso los 20 puntos.

Demasiado castigo para un Casademont que, además, había perdido a Javi García por una lesión en el tobillo derecho y que tenía a Sulaimon quejándose de los abductores. Problemas mucho más serios que la derrota. Al final hubo tiempo incluso para que Aleix Font tuviera unos minutos ante el equipo en el que se formó. El partido ya estaba acabado y el Casademont ya podía pensar en sus siguientes retos.

Ficha técnica:

Barça: Higgins (14), Martínez (3), Mirotic (15), Hanga (17), Pustovyi (6) -cinco inicial-, Bolmaro (11), Smits (2), Oriola, Abrines (9), Kuric (10), Davies (20), Claver.

Casademont Zaragoza: San Miguel (8), Sulaimon (6), Harris (4), Benzing (6), Wiley (14) -cinco inicial-, Ennis (27), Justiz, Barreiro (5), Brussino (11), García, Hlinason (4), Font (3).

Parciales: 26-26, 29-18, 27-28, 25-16.

Árbitros: Óscar Perea, Alberto Sánchez e Iyán González.

Incidencias: Pau Gasol presenció el partido en la grada.