El Huesca hizo ayer oficial la incorporación de dos nuevos fichajes en este mercado invernal. Se trata de Roberto Santamaría, cancerbero, y de Moi Gómez, centrocampista. Ambos jugadores han protagonizado trayectorias un tanto dispares en sus respectivas carreras deportivas, pero sus caminos se han unido a través de la ventana de traspasos del club aragonés.

La lesión de larga duración de Ander Bardají obligaba al Huesca a encontrar un portero que complemente a Remiro, el portero titular del equipo azulgrana y uno de los más eficientes de la categoría. Pese a la dificultad de incorporar un recambio de garantías en un mercado tan complejo como es el de los cancerberos, Emilio Vega ha conseguido hacerse con los servicios de Roberto Santamaría, un jugador que conoce con solvencia esta categoría. El navarro llega procedente del Reus, club por el que fichó a principios de temporada. Aunque este fichaje no es el único que el Huesca anunció ayer.

El segundo fue Moi Gómez, futbolista que llega cedido del Sporting de Gijón. Rubi le conoce bien de su estancia en Gijón, donde le reconvirtió a la posición de centrocampista, apartándole de su clásica aportación en banda. A lo largo de su carrera ha ocupado diversas posiciones en la segunda línea, tanto en ambos costados como en la mediapunta. Se trata de un jugador polivalente que dotará al Huesca de más soluciones para su ataque.

Duelo de altos vuelos / El Huesca se medirá mañana frente a Osasuna en un partido de alta expectación y donde El Alcoraz se quedará pequeño. Joan Francesc Rubi recalcó que si el Huesca blinda su condición como local estarán más cerca de llegar a Primera: «Si sacamos los partidos de casa nos acercaremos más al ascenso. Y si ganamos este partido al Osasuna daríamos un golpe encima de la mesa que nos daría más confianza», aseveró el preparador.