Entre la piscina y la mesa de billar pasaron ayer los futbolistas del Real Zaragoza su primera tarde libre en la concentración de pretemporada, que por cuarto año consecutivo se desarrolla en el Monasterio de Boltaña, un hotel de la cadena Barceló que cubre todas las necesidades de un equipo profesional. Todo empieza en la amplitud y la tranquilidad de un edificio monumental que destaca por sus amplias salas y los buenos servicios, dentro de un marco levantado en el siglo XVII, lo que le permite presumir de la arquitectura y majestuosidad de esa época a la vez que ofrece las comodidades de hoy en día.

Algunos futbolistas del Real Zaragoza comienzan el día cogiendo una de las bicicletas propiedad del hotel para desplazarse hasta el campo de entrenamiento de Villaboya, donde realiza las sesiones de pretemporada. Los que no están en perfecto estado para trabajar utilizan el gimnasio y los espacios de agua para acelerar su recuperación. Esta zona del hotel es una de las joyas del Pirineo, con un circuito de spa,una gran piscina de hidroterapia, un pasillo de nado a contracorriente, camas de oxigenación de burbujas, tréboles a diferentes temperaturas, baño turco, baño romano, duchas sensoriales con aromaterapia y una zona de relax con camillas calefactadas, con pulverización de aromas.

Su enorme piscina al aire libre es uno de los espacios que más utilizan los futbolistas, que ayer por la tarde también se arremolinaron después de la merienda junto al billar, una mesa chocante en este antiguo monasterio que está ubicado a orillas del rio Ara. Extrañan elementos tan americanos como este por la cuidada decoración del hotel, que mezcla un diseño moderno con detalles del antiguo monasterio del Carmen. Los muros exteriores de piedra son impresionantes. Dentro, los arcos juegan entre luces y sombras abriéndose a espacios inesperados como el antiguo claustro donde se ve a los jugadores a charlar o a los técnicos revisar notas.

No faltan las terrazas y las salas de reuniones, una de ellas reconvertida para la ocasión en sala de prensa. Allí trabajan los empleados del club y todos los periodistas desplazados, que encuentran un espacio habilitado con lo necesario para el trabajo. Los componentes de la primera plantilla se reunieron en ella el día de su llegada a Boltaña para ver en coro la final del Mundial. Ayer, por ejemplo, esa misma zona sirvió también para pasar la exploración que realiza la empresa Podoactiva, encargada del cuidado de los pies de toda la plantilla. Eso no falta hoy en día en ningún equipo. Cada pisada tiene su plantilla. Se trata de cuidar hasta el último detalle, de trabajar duro para encontrar la recompensa del descanso en el molde que le han hecho al Zaragoza en el Monasterio de Boltaña.