«Era un libro que hacía falta. Una laguna por cubrir», explicaba el pasado martes Ramón Tejedor, el presidente de Montañeros de Aragón, en la sede del club zaragozano en la presentación de ‘Guía de montes de Zaragoza. 100 ascensiones’. Los autores son Eduardo Viñuales y Alberto Martínez, «dos zaragozanos de pro. Viñuales ya ha publico 30 libros y Martínez 20», explicaba el presidente del club aragonés. Es la segunda entrega tras la publicación hace dos años de los 200 picos de la provincia de Huesca. En ambas ocasiones los aragoneses han contado con el apoyo de la editorial vasca SUA.

«Es un libro de grandes sorpresas y preciosas caminatas. La provincia de Zaragoza es algo más que el Moncayo, el techo provincial con sus 2.314 metros de altura. Es allí donde comencé a practicar montañismo», explicaba en la presentación Viñuales. «El libro de Huesca nos costó realizarlo tres años y el de Zaragoza dos. Y llevamos toda la vida yendo a la montaña», dice Viñuales. Se han escogido 100 cimas en Zaragoza. «Y eso que hemos eliminado unas cuantas. Pero así buscamos un número redondo. Nos podríamos haber ido a las 130. En el Moncayo había algún pico escondido y había que distribuirlo mejor. Y también nos dejamos alguno por la Peña Ruaba. Hemos buscado relieves de escasa altura pero pensando más en el excursionismo y con buenas perspectivas», indica Martínez.

Ahora el Pirineo está inundado por la nieve. «El Pirineo está con riesgo de aludes. Abril es un mes delicado para la alta montaña. Por esto, este libro es perfecto con cotas más bajas para hacer excursionismo», indica.

El pico más bajo del libro es el Mojón de la Grallera, de 309 metros de altitud. Se encuentra próximo a Alfajarín. «Al final del libro hay una tabla con la lista de los cien picos. El más alto es el Moncayo», dice Viñuales.

La estructura es la misma que el libro de las cimas de Huesca. «Primero hay una pequeña introducción y luego cómo acceder al inicio de la ruta, desnivel, tiempo, dificultad, cartografía y la descripción de la ruta», repasa Viñuales. También se han buscado antecedentes históricos y cada pico tiene una foto. El libro se divide en cuatro zonas. Son la Alta Zaragoza y el Prepirineo, el Moncayo, las Sierras Ibéricas y el valle del Ebro. «Es el que se lleva la palma con un total de 36 cimas», dice Viñuales.

Son importantes las vistas. A Alberto Martínez le encanta «el pico de Herrera. Está en la divisoria entre Zaragoza y Teruel. Está aislado, tiene 1.300 metros y se ve toda la llanura y el Moncayo al fondo». Viñuales elige el Monte Oscuro. «Está en la Sierra de Alcubierre y se sube desde Perdiguera. es una ascensión de dos horas y media y tiene casi 500 metros de desnivel. Desde San Caprasio dicen que es desde donde más Aragón se ve», afirma.

Las rutas de los picos son muy asequibles. «Pero hay dos montañas en las que hay pasos de segundo grado de escalada. Una está en Mezalocha, el Trono del Moro, y otra en la Peña Rueba. Pero las escaladas son anecdóticas y los picos son fáciles y familiares». Viñuales recomienda una andada combinada con un pico bonito. «Es la subida a la Peña Buitrera. Está entre Tabuenca y Épila». Martínez elige el Alto de la Cucuta. «Está al sur de Malanquilla. Tiene 1.300 metros y está aislado y se combina con un molino de viento». Sobre la posibilidad de hacer un libro sobre los picos de Teruel, explican que «para la editorial es un riesgo hacer uno de los montes de Teruel porque cada vez se venden menos libros. De momento no nos planteamos editarlo», reconoce Viñuales.