La contrarreloj élite masculina que pondrá el broche de oro a las luchas contra el cronómetro en Bergen termina con un brutal ascenso de 3.5 km con una pendiente media del 9.1%. La realidad de esta subida es totalmente diferente a lo que el papel muestra. Técnica, revirada, con mucha pendiente y tras un recorrido de 31km, Fløyen será el sitio donde se decidirá todo y además la carrera tendrá el aliciente de un más que posible cambio de bicicleta previo a la subida.

Un durísimo camino de cabras

El inicio, justo al lado del barrio de Bryggen, es un tramo de pavés liso y resbaladizo que remonta hasta la estación del funicular Fløibannen, que llevará a aficionados y periodistas a la cima de la montaña a través de unas vías con una empinada pendiente. Los ciclistas, sin embargo, no tendrán la suerte de aprovecharse del ingenio humano, y deberán continuar por el serpenteante inicio de la subida, en el que se afrontan rampas de más del 12% junto ala incomodidad propia de las curvas. Tras terminar esta primera parte más revirada, la carretera se suaviza un poco y se convierte en una concatenación de largas rectas de 300 metros que bajan al 9 %. A partir de ahí, se llega a un tramo residencial en el que la carretera suaviza hasta el 7.6% durante 500 metros.

Pasadas las bellas casas, llega el verdadero infierno. Un kilómetro completo con rampas del más allá del 17% y con una pendiente media del 10.15% en una carretera que se abre al bosque y que se enrolla y se estira como una boa que trata e ahogar a su presa. Así van a sentirse los ciclistas en estas alturas de la carrera. Por suerte, los últimos metros de carrera, en lo que verdaderamente es un estrecho camino de cabras (hay cabras viviendo justo al lado de donde estará situada la línea de meta), serán propicios para poder rodar un poco más rápido ya que la pendiente se rebaja y llega al 5.5% en los últimos 500 metros. Los ciclistas, ya arriba podrán disfrutar las preciosas vistas a la ciudad que es la puerta a los fiordos noruegos.

La táctica también cuenta

La originalidad de esta contrarreloj no queda en la subida en sí. Por primera vez, los ciclistas tendrán la oportunidad de hacer un cambio de bici antes de la subida final. De la cabra de contrarreloj a la bicicleta escaladora, un movimiento estratégico más propio de una carrera de F1 que de ciclismo que no gusta a todos, pero que supondrá un antes y un después en la historia de los Mundiales. El campeón del mundo actual en la lucha contra el crono, Tony Martin, se ha mostrado enfadado en los días previos al evento por este posible cambio de bici ya que opina que se debería correr toda la carrera íntegramente en la bicicleta de crono.

Chris Froome está jugando al despiste y lo último que ha dicho es que quizás haga la crono sin cambiar de bici. La realidad es que si hay alguien que puede subir en la cabra este puerto es él, ya que su forma de subir, siempre sentado y tirando de la fuerza de sus lumbares y sus piernas, es perfecta para la cabra, sin embargo, sería extraño que no cambiase, pero en el juego de la estrategia todo es bienvenido y los 20 segundos de pérdida del cambio de bici pueden ser vitales para según qué corredor.

Dumoulin y Froome, grandes favoritos

Esta crono era uno de los momentos más esperados de la temporada para Dumoulin y para Froome. El recorrido y la dura subida final brindan la oportunidad al holandés de cerrar un año magnifico vistiendo finalmente el arcoíris del reloj tras haberse llevado la maglia rosa del Giro. Sin embargo, Froome tiene otros planes para el holandés, al que quiere ver al menos en el segundo puesto de la crono.

Para él, completar su histórico doblete Tour-Vuelta con el arcoíris en Bergen sería el remate final a una temporada estratosférica que, si bien no nos ha dejado grandes exhibiciones de su parte, si que ha mostrado que el británico es hoy día el ciclista más fuerte y consistente del pelotón. Ambos esperan que hombres como Dennis, Castroviejo o Kiryenka no les agüen la fiesta, todo se decidirá en Fløyen.

Izagirre y Castroviejo, españoles con opciones a metal

Los vascos Gorka Izagirre y Jonathan Castroviejo serán las opciones de la delegación española en Bergen. El mayor de los Izagirre saldrá a las 14:00 y será una de los primeros buenos tiempos en la cima de Fløyen. Por detrás vendrá Castroviejo, flamante fichaje de Sky, que tendrá su salida a las 16:59, después de Rohan Dennis y antes de Chris Froome. Esto le permitirá tener las referencias más que frescas y le ayudará en la lucha por una medalla que aunque complicada, no se antoja para nada imposible.