Apenas 10 días después de la reyerta mortal entre ultras del Atlético y del Deportivo en Madrid, otro episodio de violencia sacude de nuevo el mundo del fútbol, esta vez en las inmediaciones del Camp Nou tras el partido de la Liga de Campeones entre el Barça y el PSG. Dos aficionados del equipo francés fueron atacados por la espalda, pasadas las 22.30 horas, en la calle de Felipe de Paz. Dos individuos, con el rostro cubierto, les golpearon en la cara y a uno de ellos le clavaron un cuchillo por tres veces, afectándole la pleura. El herido, Adrien J., de 28 años, ingresado en el Hospital Clínic, se encuentra grave aunque su vida no corre peligro. Los Mossos descartan que el ataque fuera ocasional y lo relacionan con los grupos ultras del Barça.

"Nos atacaron con una violencia increíble", relató ayer Guillaume, compañero del herido, que no pudo ver si los asaltantes llevaban alguna prenda que les identificara con el club azulgrana. "Solo recuerdo que antes de pegarnos pude escuchar como gritaban 'Visca el Barça'", explicó este francés afincado en Gavá desde hace varios años.

Los Mossos, que siguen con las pesquisas para identificar a los agresores, tienen la hipótesis de que el asalto "está relacionado con seguidores radicales y violentos del Barça", según manifestó Xavier Porcuna, intendente portavoz de la policía catalana.

Los agentes basan la investigación en las declaraciones de algunos testigos, así como en las grabaciones de varias cámaras de seguridad de los alrededores.

Los agentes también descartan que el incidente fuera producido por altercados previos en el Camp Nou entre seguidores del PSG y del Barça, ya que el partido transcurrió sin incidentes.

En la elimatoria que enfrentó a catalanes y franceses el año pasado, en cuartos de final, sí hubo una pelea en París entre radicales de ambos clubs antes y después del partido (la policía no descarta que el ataque del miércoles fuera una revancha). En el partido de vuelta, los Mossos identificaron a 84 radicales del Barça en las inmediaciones del estadio, antes del encuentro, requisándoles armas blancas. Lo que no pudo evitar ese día la policía es que un ultra azulgrana lanzara una bengala contra un grupo de hinchas del PSG cuando intentaban entrar por el acceso 19 del estadio. En el incidente, un mosso resultó herido y un hincha del conjunto francés fue detenido.

SALIDA CONJUNTA

En cambio, lo que no sucedió el año pasado es que los seguidores franceses salieran junto a la afición del Barça tras el partido. Por normas de seguridad, la salida del estadio de los hinchas rivales siempre se demora una media hora. El miércoles no fue así. "Me sorprendió que la policía nos hiciera marchar al mismo tiempo que el resto", se sorprendió Guillaume ayer.

Fuentes del Barça explicaron que el coordinador policial no ordenó esta vez anunciar por megafonía a los aficionados rivales que se esperaran en sus localidades para no mezclarse con los culés. La razón, según explicó Porcuna, fue que al no producirse altercados ni antes ni durante el partido, se decidió no retrasar la salida de los franceses, a pesar de que el partido, como todos los de Champions, había sido declarado "de alto riesgo".

El de la calle Felipe de Paz no fue el único ataque violento de la noche. Minutos después de este asalto, se producía otro muy cerca de allí, en la calle Comandante Benítez, entre Travessera de Les Corts y la avenida de Madrid. En este caso, fueron cuatro los encapuchados.