Las opciones de bajar del Zaragoza son ínfimas. De hecho, esta misma semana el equipo puede salvarse matemáticamente si puntúa el viernes en Málaga o si no ganan Rayo, Tenerife o Lugo y, en el caso de que no suceda ninguna de esas combinaciones, aún quedarían dos jornadas más para sellar la permanencia. Así que en el cuerpo técnico se ve como segura la permanencia, pero se estima positivo que aún haya ese punto de tensión para ir a Málaga a sacar el mejor resultado.

De hecho, la premisa de Víctor es acabar la temporada de la mejor manera, sumar todos los puntos que se puedan en las tres jornadas que restan, y no solo mirando a una permanencia que se tiene en la mano. De hecho, el triunfo ante el Sporting y tener la salvación virtual ha descargado de presión, pero se quiere mantener la intensidad competitiva y además el Zaragoza ha dado una muy buena versión en los dos últimos partidos, ante el Extremadura y el equipo asturiano, mostrando su mejor cara, sobre todo en ataque. Se trata pues de mantener eso en Málaga y, aunque ya la salvación sea matemática, también en la visita del Numancia a La Romareda y en el Heliodoro Rodríguez López frente al Tenerife en la jornada final.

Eso, además, está sustentado en variables económicas. El Zaragoza está a cinco puntos del noveno, el Almería, a la misma distancia que del décimo, el Sporting, si bien los gijoneses tienen que sumar los tres contra el Reus. Entre acabar en esa novena plaza y dejarse llevar y ser decimoctavo hay una importante distancia en los ingresos televisivos.

En el reparto de los derechos televisivos en la categoría de plata, el 70% de los ingresos por TV se distribuye a partes iguales. Del 30% restante, la mitad (15%) se reparte teniendo en cuenta únicamente la clasificación de la temporada y el 15% que queda lo hace siguiendo criterios como audiencia, abonados, estadio, césped, instalaciones o iluminación. Con las actuales coordenadas, entre acabar noveno (unos 868.000 euros) y ser decimoctavo (unos 250.000 euros) hay más de 600.000 euros de diferencia para las necesitadas arcas que tiene el club aragonés.

DISTANCIA ECONÓMICA / De hecho, entre ser tercero al final del campeonato, como el Zaragoza fue la temporada pasada con Natxo González en el banquillo, y acabar en la primera de las plazas que evita el descenso a Segunda División B hay más de dos millones de diferencia en ingresos por televisión.

La otra variable económica es la de los abonos. El club superó los 27.000 socios tras una gran temporada pasada, donde se rozó el ascenso al caer en el playoff frente al Numancia. Este verano, tras un curso tan duro con tres entrenadores y una permanencia sufrida, va a tener difícil igualar esa cifra pero qué duda cabe que un buen final de Liga ayudará a que se recupere la ilusión de la grada, que en estos años ha dejado clara su fidelidad, aunque el gran aumento tuvo lugar tras la ilusión vivida el curso pasado.

El Zaragoza recauda unos 3,5 millones por sus abonados, por lo que mantener esas cifras es fundamental para el club a la hora de fijar sus parámetros en el límite salarial, ya que es la entidad de la categoría de plata de mayor presencia social.