Por décimo año consecutivo, Alcañiz vuelve a ponerse en el mapa para acoger de nuevo el Campeonato del Mundo de Superbikes después de una temporada más que atípica, donde esta cita ha tenido que ser aplazada en más de una ocasión.

A pesar de la situación que se está viviendo actualmente en la comunidad, de todas las medidas a seguir y las restricciones, todo el equipo de Motorland Aragón ha dado lo mejor de sí mismo para conseguir sacarlo adelante, adaptarse a la nueva realidad marcada por el coronavirus y que por fin los motores vuelvan a rugir en Alcañiz.

El director gerente del trazado, Santiago Abad, asegura que poder realizarlo «es motivo de alegría después del año que llevamos porque todos necesitamos volver un poco a la normalidad en nuestros trabajos». Una labor que para nada ha sido fácil, pero «se agradece volver a sentir la presión de la planificación, la organización y el estrés de que todo salga perfecto de aquí al domingo ya que hace que nos olvidemos un poco de las malas noticias», comenta.

La organización ha estado marcada en todo momento por las medidas de seguridad a seguir. Abad explica que, desde que todo se cayó a mediados de marzo, «han sido meses muy duros» donde todo el trabajo y todos los planes «iban en dirección a garantizar que se celebrasen las pruebas deportivas». Abad recalca que los protocolos son muy «restrictivos y específicos» para conseguir «hacer de Motorland un espacio de bajo riesgo».

Por el camino ha habido muchos sacrificios y sin duda alguna, el que más sigue doliendo hoy en día y el que más se va a echar de menos cuando todo comience a funcionar va a ser la ausencia del público. «En un campeonato así la emoción la lleva la gente. Son fans y vienen a ver un espectáculo por lo que la animación es tremenda», cuenta Abad, que, a pesar de estar ya emocionado por empezar, es consciente de que este fin de semana se va a parecer «a esa fiesta de cumpleaños a la que no acude nadie, solo los de la familia».

Estas restricciones no son, en ningún momento, para echar un pie atrás. Al contrario, desde la organización son conscientes de la importancia que tiene celebrar una prueba como esta. «Estamos al pie del cañón y hay que dar esa imagen al mundo después de estas últimas semanas, que han sido muy duras por los rebrotes que ha habido y esas cifras tan duras. Esto ha dado una imagen de Aragón en Europa bastante difícil y el hecho de que se celebre una prueba internacional como esta demuestra que somos capaces de organizarla bien y así conseguir cambiar lo que se estaba viendo hasta ahora de la comunidad».

Con el personal imprescindible, sin fans, con tomas de temperatura a la entrada y con uso obligatorio de mascarilla, se podrá disfrutar igual, pero desde casa, del gran espectáculo que está previsto en Alcañiz.

Este fin de semana (y el siguiente) se van a juntar grandes pilotos como los británicos Jonathan Rea, Scott Redding, Alex Lowes y Chaz Davies, o el irlandés Eugene Laverty, expiloto de MotoGP, junto con los representantes españoles, Álvaro Bautista, Xavi Forés y Román Ramos, quien sustituye a Sandro Cortese, en la categoría de WorldSBK. Además, los españoles Unai Orradre, Ana Carrasco, Álvaro Díaz, Mika Pérez, Íñigo Iglesias Bravo, José Luis Pérez González, Adrián Huertas, Alejandro Carrión y Óscar Núñez Roldán, competirán en la categoría de WorldSSP300. La emoción está asegurada, aunque sea a través de la televisión.