José Mourinho aceptó ayer la sentencia por la que se le condena por fraude fiscal a un año de cárcel (no lo cumplirá porque carece de antecedentes penales) y al pago de una multa de más de tres millones de euros, tras aceptar el escrito de acusación de la Fiscalía de Madrid. Según este documento, al que tuvo acceso acceso Europa Press, Mourinho incurrió en dos delitos contra la Hacienda Pública tras suscribir en el 2004 un contrato por el que simulaba la cesión de la explotación de sus derechos de imagen a la sociedad Koper Services SA de las Islas Vírgenes Británicas.

El portugués fue denunciado por la fiscalía provincial de Madrid acusado de defraudar 3,3 millones de euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, 1.611.537 euros en el 2011 y 1.693.133 en el 2012. De los datos que remitió a la fiscalía la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) se desprende que en fecha indeterminada, «pero antes del 17 de septiembre del 2004», el denunciado suscribió un contrato por el que cedía sus derechos de imagen a la sociedad con sede en las Islas Vírgenes.

«Todas estas estructuras societarias fueron utilizadas con el objeto de hacer físicamente opacos los beneficios procedentes de sus derechos de imagen», señalaba el Ministerio Fiscal en su denuncia. Tras salir del Chelsea, Mourinho firmó en el 2010 con el Madrid, motivo por el cual adquirió la condición de residente fiscal en España. Sin embargo, «con ánimo de obtener un beneficio ilícito», presentó en plazo sus declaraciones de los ejercicios 2011 y 2012 sin declarar sus ingresos de la cesión de sus derechos de imagen.

El 23 de julio del 2014 la AEAT comunicó a Mourinho que se le iban a investigar sus declaraciones de IRPF de los ejercicios 2010-2012 y de No Residentes del 2013 y aportó los certificados emitidos por Global Directors Limited de los que se desprendía que Operating Nominees Limited ostentaba el 100% de Kooper Services S.A.