Movilla soporta una gran carga. La soporta por culpa de un pesado yeso en su mano y la presión de ser una pieza clave en este Zaragoza. El Pelado quiere jugar en La Rosaleda contra el Málaga, como sea, por encima de todo, incluso de las precauciones médicas que le indican que sería mejor no hacerlo y permanecer de baja por seguridad durante tres semanas. Pero el jugador, operado el pasado lunes de una quíntuple fractura en la base del primer metatarsiano de su mano derecha, está decidido a dejarse la piel y el dedo aún teniendo el riesgo de lesionarse.

Para proteger la zona dañada, Movilla probará el próximo miércoles una férula sintética que recubra la mano y reduzca la presión en posibles golpes o caídas. Este escudo de plástico, ligero pero consistente, le permitirá formar parte en el once inicial si Víctor Muñoz así lo plantea. El centrocampista es una de las piezas clave en la organización táctica del técnico aragonés, que por su fichaje hizo luchar al club durante todo el verano. Por eso, contradiciendo las indicaciones médicas que dictan un periodo de tres semanas de inactividad, Movilla se perfila como titular en La Rosaleda a ochos días de la celebración del choque. "Yo quiero jugar. El miércoles o, a más tardar, el jueves probaré con la férula. Espero adaptarme bien porque la escayola que ahora llevo es muy pesada", comentó ayer el propio centrocampista.

EXPLORACIpN MADICA Movilla pasará una revisión médica el miércoles en la Clínica Quirón, donde Antonio Maestro, responsable de la operación efectuada sobre la mano del madrileño, observará la evolución de la recuperación de hueso fracturado y cambiará la escayola a Movilla. El nuevo implante será más ligero para que el jugador no tenga molestias para jugar.

Más en el aire está la participación de pscar González, lesionado durante la pretemporada. El salmantino pasará una prueba el lunes para saber si está apto para disputar algún minuto en el encuentro de La Rosaleda.