Los problemas se acumulan para los técnicos del equipo español de Copa Davis. Ayer Carlos Moy renunció a jugar la eliminatoria ante la República Checa. El mallorquín no ha podido recuperarse de su esguince de tobillo que sufrió en la final del torneo de Sydney y que le impidió jugar el Abierto de Australia. A la baja de Moy , también podría unirse en las próximas horas la de Juan Carlos Ferrero. El valenciano perdió las semifinales en Melbourne ante el suizo Roger Federer (6-4, 6-1, 6-4) y se resintió de sus molestias en el abductor de la pierna izquierda.

"Físicamente no estoy bien y recuperarme en tan poco tiempo lo veo dificil", dijo Ferrero en Melbourne cuando le preguntaron sobre su participación en la primera eliminatoria de la Copa Davis. "Lo mejor es descansar un poco y no empeorar la lesión. Tengo poco tiempo para estar al cien por cien. Lo mejor sería confiar otros jugadores que no son malos en absoluto", añadió el valenciano que se quejó de la falta de tiempo que ha tenido para prepararse desde que jugó la final de la Copa Davis el pasado mes de diciembre. "En Australia he llegado a las semifinales, pero el físico me ha pasado factura al final".

Ayer los responsables del G-3 estuvieron en contacto telefónico con Antonio Martínez Cascales, entrenador del jugador, para interesarse por su lesión y asegurarle que están dispuestos a "esperarle hasta el miércoles", antes de descartarle definitivamente, según explicó Josep Perlas, uno de los capitanes. Ferrero espera pasar una revisión médica en Valencia antes de tomar una decisión definitiva, aunque el propio médico del equipo Angel Ruiz-Cotorro no era demasiado optimista. "Está complicado y hay que ver las ecografías, pero es una lesión que si no se cuida puede empeorar", dijo ayer.

Ayer el G-3 sólo anunció la sustitución de Feliciano López en el puesto de Moy y dejó en el aire el nombre del cuarto jugador del equipo que, en principio, debería viajar a Brno como recambio de Ferrero.