A los 86 años murió ayer en Zaragoza Alfonso Mateo, gran impulsor del balonmano en el colegio Corazonistas. Mateo falleció después de una larga enfermedad y será enterrado el viernes a las 16.00 horas en el cementerio de Torrero. Carismático personaje, entrañable y muy querido, fue presidente de la Federación Aragonesa de Balonmano, entrenador y árbitro, para acabar convirtiéndose en el alma máter de este deporte en el colegio del Paseo de la Mina.

Estuvo ligado durante casi 70 años al balonmano, deporte que se empezó a practicar en el centro en 1947 con un campo de tierra justo al lado del Huerva con las porterías marcadas en la pared.