Corren malos tiempos para la número 1 del tenis español, Garbiñe Muguruza. La hispanovenezolana ha cerrado este sábado su temporada 2018 de la peor manera posible, con una contundente derrota en las semifinales del Elite Trophy de Zhuhai (China) y una penosa discusión con su entrenador, el francés Sam Sumyk, que la ha dejado colgada en mitad del partido después de proferir un sonoro "que te jodan!" para dar por concluidas las diferencias.

La cuestión ya venía caliente del viernes, en los cuartos de final que Muguruza ganó ante la letona Anastasia Sevastova después de superar tres bolas de partido en contra. La tenista caraqueña destrozó la raqueta y le dijo a Sumyk que "no sentía una mierda" y que estaba intentando hacer su tenis y "sentía lo contrario". Luego, la tenista se encaró incluso con un cámara de televisión y le dijo: "Me quieren terminar de joder con la cámara?"

Este sábado, el mal rollo ha proseguido en el partido contra la china Qiang Wang, 22 del mundo, que se impuso por un claro 6-2 y 6-0 tras empezar perdiendo por 1-2 y enlazar 11 juegos seguidos ganados (con cinco roturas de servicio consecutivas) ante una Muguruza totalmente desquiciada tras perder el decisivo quinto juego, que se prolongó más de 11 minutos.

"SIEMPRE ESTÁS ENFADADA"

Sumyk había intentado calmar y dar ánimos a su jugadora. "Siempre estás enfadada, no tiene sentido hablar con alguien que está enfadada", le dijo el técnico. Garbiñe negó que lo estuviera, pero la discusión fue subiendo de todo. "Hay una regla aquí: yo no hablo con personas que están enfadadas. Estoy intentanto ayudarte", dijo Sumyk. "Vale, pues ayúdame, qué tengo que hacer?", replicó Muguruza de malas maneras. "Que te jodan!", espetó entonces el técnico francés, que se levantó y abandonó la pista.

Sin su entrenador, la tenista hispanovenezolana fue de mal en peor y no reaccionó ante Wang, que a última hora sustituyó a la lesionada Madison Keys (EEUU), que era quien se había clasificado. "Estaba preparada para jugar un partido difícil, fuera Keys o Wang. Estaba ilusionada por alcanzar la final. Estaba un poco cansada físicamente, pero mi mente estaba lista para luchar. Pero Wang ha jugado con tiros increíbles y no se le escapaba nada", explicó Muguruza, que no abundó sobre la discusión con su entrenador.

Wang jugará con la australiana Ashley Barty, vencedora por 4-6, 6-3 y 6-2 de la alemana Julia Goerges (defensora del título), en una final inédita de la que saldrá una nueva campeona del Elite Trophy.

Muguruza, por su parte, cierra el año con un único título, en Monterrey, el sexto de su carrera, y acaba la temporada en el puesto 17 del ránking mundial.