Garbiñe Muguruza y Rafael Nadal llegaron a Pekín como números uno. Por primera vez, dos tenistas españoles coincidían en un mismo torneo en la cima del ránking femenino y masculino, aunque la alegría ha durado poco porque la tenista hispanovenezolana ha cedido su corona temporalmente a la rumana Simona Halep que, tras alcanzar la final ayer, se aseguró ser la nueva número 1 mundial y la 25ª de la historia desde que la estrenara la estadounidense Chris Evert el 3 de noviembre de 1975.

Muguruza se marchó de Pekín con la decepción de saber que no podría defender su puesto al retirarse enferma en su debut en el torneo, cuando perdía con la checa Barbora Strykova (6-1, 2-0). Por contra, Nadal se irá de la capital china con una mayor ventaja de puntos en su pulso por el número 1 con Roger Federer y la posibilidad de apuntarse hoy (13.30 h, Movistar) un nuevo título en su palmarés, el segundo en Pekín, donde ganó en el 2005 y ha sido finalista en el 2015 y el 2013, las dos ocasiones ante Novak Djokovic.

Nadal se impuso en las semifinales a Grigor Dimitrov por 6-3, 4-6 y 6-1. «Estoy muy feliz de volver a jugar la final en Pekín. Para mí es un éxito seguir con las sensaciones positivas después de mi victoria en el US Open», valoró Nadal que este mediodía se enfrentará a Nick Kyrgios.