El francés Mahiedine Mekhissi-Benabbad revalidó su título europeo de 3.000 metros obstáculos pero su prepotencia, al despojarse de la camiseta en la recta final, indignó a los españoles Ángel Mullera y Sebastián Martos, cuarto y quinto, que reclamaron su descalificación.

La delegación española ha presentado una protesta ante Apelación, después de que los jueces rechazaran su reclamación inicial. "Todo lo que podemos perder son 75 euros", comentó el jefe de la delegación, José Luis Peiró.

En los resultados oficiales, junto al nombre de Mekhissi aparece una tarjeta amarilla en virtud del artículo 125.5 del reglamento de la IAAF, según el cual "el juez árbitro tendrá poder para advertir o excluir a todo atleta que se comporte de forma antideportiva o inapropiada".

El castellonense Pablo Torrijos, debutante en unos campeonatos de Europa sénior, se clasificó octavo en la final con una marca de 16,56 metros que calcó en la tercera y en la sexta ronda. La victoria fue para el francés Benjamin Compaorécon 17,46, seguido de los rusos Kyukman Adams (17,09) y Aleksey Fyodorov (17,04).

Dos semanas después de proclamarse campeón de España en Alcobendas (Madrid) con la mejor marca de su vida (16,87), el atleta del Playas de Castellón logró su objetivo de llegar a la final, y accedió, además, a la mejora.

Mercedes Chilla, de 34 años, diez veces campeona de España, terminó décima en la final de jabalina con un mejor tiro de 57,91 que no le permitió avanzar a la mejora.

La jerezana era la "abuela" entre las finalistas, como ella misma no tuvo empacho en proclamar, y su único objetivo era disfrutar en un estadio tan significativo como el Letzigrund.

Chilla ya tiene asegurado un puesto en los anales del atletismo español al conseguir, hace ocho años en los Europeos de Gotemburgo (Suecia), la primera medalla española en lanzamientos en unos campeonatos al aire libre.

Por la mañana, en el centro de la ciudad, la marcha femenina encandiló al equipo español durante 17 kilómetros, pero las esperanzas de una nueva medalla, al día siguiente del oro de Miguel Ángel López, se evaporaron en el último tramo.

La debutante Raquel González marchó en compañía de las mejores hasta que pegó el tirón definitivo la rusa Elmira Alembekova, discípula de la campeona mundial y olímpica Olga Kaniskina y adscrita al grupo del controvertido técnico Viktor Chegin, el de los 18 atletas con problemas de dopaje.

González, cuya excelente forma llegó a "asustar" a su entrenador, José Marín, según contó ella misma, pinchó en los tres últimos kilómetros y cayó hasta el décimo puesto mientras por detrás su compañera de entrenamientos Beatriz Pascual, mucho más experta, se llevó el título honorífico de mejor española, octava.

Mientras tanto, los pertiguistas Igor Bychkov y Didac Salas tenían una deslucida actuación en el estadio. El primero, campeón de España, saltó 5,30 y no pudo con los 5,50, y el segundo ni siquiera pudo con su primera altura. Regresa a casa con tres nulos en 5,30.

Tampoco Javier Cienfuegos superó la prueba en martillo. El atleta de Montijo fue mejorando (71,53, 72,31 y 72,55) pero no lo suficiente para estar entre los doce mejores en la final.

Sergio Ruiz hizo su mejor marca del año en la primera serie de 200 (20.73). Sólo fue quinto, pero su registro le abrió las puertas de las semifinales en la repesca. El de Sabadell regresó ocho horas después a la pista para correr la penúltima ronda, ya sin opciones reales de seguir. Fue octavo en la primera serie con 20.85.